NAVIDAD
Soy un
testigo más de la historia de salvación, de que Jesús, para desconcierto del poder
del mundo excluyente y para escándalo de
los fariseos moralistas del templo: DIOS NACIÓ, SIGUE NACIENDO, Y NACERÁ EN LOS
PESEBRES DE POBREZA ECONÓMICA y MORAL,
POBREZA FAMILIAR Y SOCIAL, POBREZA AFECTIVA E HISTÓRICA.
Un Dios que
se despoja de toda divinidad, para hacerse realmente humano, no apartándose de
la realidad, siendo parte de ella como uno más. Desde nosotros los pobres, con ellos,
realizando signos casi insignificantes de su Reino, que se necesita una
profunda mística para descubrirlos y apoyarlos. UN DIOS QUE SE HACE PEQUEÑO
NECESITADO DE LOS HOMBRES.
Tan pobre,
que los deseos de grandezas que llevamos dentro, nos hacen construir grandes catedrales, pomposas liturgias,
envolviendo a Jesús en súper poderes… Porque nos cuesta tener fe en alguien
cercano, que se manifiesta en la sencillez de lo cotidiano, en un mate compartido,
en el servicio, una comida, una escucha,
una palabra, un nacimiento, un abrazo de amistad, de perdón.
Un Dios que
nos deja un camino de crecimiento para seguirlo que es RECONOCERSE PEQUEÑO ANTE
DIOS PADRE, BUSCANDO SU VOLUNTAD. Vivencia liberadora de todo dominio exterior
y del ego interno. Que sin duda nos llevara a tejernos en familia grande con
TODOS, CON OPCIÓN PREFERENCIAL POR LOS MAS DEVILES.
Esta cercanía
de Dios, cuando la aceptamos (porque él
nunca se impone, si lo queremos dejar fuera de nuestra vida y elaboran nuestro
proyecto de vida sin él, según otros hombres o según el ego, él nos da la
libertad de elegir el dios al que queremos servir) cuando dejamos que Jesús
habite y nos comunique con la paternidad y maternidad amorosa del creador,
damos pasos de libertad.
Es muy
distinto las perdidas y logros, la juventud y la vejes, la salud y la
enfermedad, la mesa servida y las carencias, el amor y la traición, el
encuentro y la soledad, el acierto y el pecado… es muy distinto vivirlo acompañado
de Jesús a vivirlo al servicio de otros o centrados en nuestro ego. Quien se descubre y elige ponerse en manos de Dios NADA LE
FALTA EN NINGUNA SITUACIÓN.
Este es nuestro deseó: que cultivemos personalmente
y comunitariamente la relación con Jesús, buscar elegir la “loca” aventura de
volver a ser como niños dejándonos amar, por quien nos ama así como somos.
Y si nos sentimos AMADOS, nada nos
faltara, por lo tanto seremos libres y liberadores… siempre con imperfecciones
para experimentar la cercanía a TODOS los hombres y la infinita MISERICORDIA de
Dios.
Nacho
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