¿Quieres ascender al cielo?
Debes descender a compartir el dolor, la exclusión, los sueños y luchas de los de abajo, para que no haya la injusticia de unos con mucho y otros con nada…
PARA ASCENDER HAY QUE DESCENDER…
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos… Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido (El Espíritu Santo); vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto...» Lucas (24,46-53)
EL CAMINO ES JESÚS, el cual siendo Dios se hizo hombre, siendo rico se hizo pobre, siendo perfecto se hizo comunidad con los necesitados de misericordia. Entonces el camino es humanizarse y procurar la humanización de los que hoy son excluidos o usados, formando comunidad con ellos. La cercanía como hermano es la expresión del amor para el comienzo de todo proceso liberador.
Jesús estuvo el mayor tiempo de su vida viviendo como su pueblo sencillo en lugares donde viven ellos. Descender es andar contra la corriente predominante, por eso se necesita el impulso del Espíritu Santo. Dispongámonos a recibir un nuevo pentecostés, un nuevo ardor del Espíritu de Dios en cada uno de nosotros, en el caminar comunitario.
Nacho
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