PRESENCIA DE JESÚS EN LOS ALIMENTOS COMPARTIDOS
Muchas veces, se presenta la presencia de Jesús casi exclusivamente en la eucaristía, en el pan y el vino consagrado en la misa. Se olvida o se calla la presencia de Jesús en el pobre, en el hambriento, en el enfermo, en el encarcelado, en el que esta solo… Esto flecha la vida cristiana hacia el culto, dando un lugar primordial al sacerdote que lo preside y dejando sin estimulo a todos aquellos que siguen a Jesús conociéndolo o sin nombrarlo, sirviéndolo en la vida cotidiana y la actividad social.
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar al gentío del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban. Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle:
- «Despide a la gente; que vayan a los pueblos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado.»
Él les contestó: - «Dales vosotros de comer.»
Ellos replicaron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío.» Porque eran unos cinco mil hombres.
Jesús dijo a sus discípulos: «Decidles que se organicen en grupos de unos cincuenta.» Lo hicieron así, y todos se sentarón. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario