martes, 26 de julio de 2016

EL CUMPLE DEL QUERIDO ALAMBRADOR: LILITO

Recordando el relato bíblico del pecado original, ese que esta como posibilidad dentro de cada uno de nosotros y que consiste en “ser como Dios”, en situaciones concretas. Recordando esa iluminación de los que nos aportan ese saber bíblico, ayer, hoy y siempre nos descubriremos como seres humanos cayendo en esta tentación. En el ambiente familiar, en lo económico, en cuanto a la salud, en lo político, en lo pastoral, en toda relación humana siempre habrán personas que se “sienten indispensables como si fueran Dios”.
El otro día escuchaba a una madre y a una abuela, preocupadas porque el año próximo quieren celebrar los 15 años de su hija y de su nieta. Desde ya se están endeudando…
Sin embargo hace cuatro años un amigo llamado Lilito “El Alambrador” me dijo: Estoy llegando a los 60 años, y para el que trabajo toda la vida, sin las mejores condiciones laborales, llegar bien a esta edad es una bendición de Dios. Por eso quiero festejar el cumpleaños con una buena fiesta, agradeciendo a Dios y a todo el vecindario. Y usted el cura tiene que estar.
Confieso que me alegro su deseo de festejar y agradece, me alegro sentirme invitado… Pero fui gratamente sorprendido por la fiesta que celebramos. En la parrilla estaban los corderos, las roscas de chorizo y un grupo grande de personas. No falto la bebida, ni los dulces, ni la música, el baile, el juego, ni la bendición, y el sol.
 Hace cuatro años que se ha transformado en un “clásico”. Este sábado festejamos los 64 años de Lilito. La parrilla volvió a estar completa, sin faltar la alegría en todo el día. Donde se participa, de alpargatas, bota, zapato o como cada uno guste calzar y vestir. Participando vecinos de todos los pelos, sumados a los que viene de lejos.
Éramos más de 200 personas. Todo de manera solidaria, desde los asadores, cocineras hasta la orquesta de Alejandro Lemos. Tribuna Popular y el Portal del Lago Merín, han acompañado desde siempre, este año se sumo un programa televisivo y las fotos de Campito. Todo suma, también los medios que ayudaran al recuerdo y permiten que otros también disfruten la fiesta.
Esta fiesta es todo un signo de lo más hermoso que hay dentro de los seres humanos: el deseo de encontrarse y la alegría de compartir. Este modo de hacer las cosas “realmente entre todos” es dejar a Dios ser Dios y nosotros disfrutar de ser personas humanas con limites, que cuando nos juntamos se da el milagro de lo más bello, de lo más lindo, donde todos podemos ser felices, sin ganadores y perdedores…
 El Cumpleañero, ayudando a cortar el azado para todos...
Unos cuantos escritos Bíblicos son relatos dolorosos o de alegría de personas y pueblos, dejando de manifiesto su relación con Dios. La historia del Pueblo de Dios se sigue escribiendo y algunos son protagonistas de la gran injusticia humana… Y otros como este hecho concreto festivo, deja de manifiesto que hay otra manera de relacionarnos, que es la más humana, la más justa, la querida por Dios: donde todos compartimos como hermanos.

Mil gracias a los que de una manera u otra hicieron posible el milagro de esta fiesta. Si ninguna duda: Dios está muy contento.
Nacho

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