Recuerdo esos tiempos en que me he salido del camino, mi voluntad acelero los pasos. Dios no dijo palabra alguna, hizo silencio, porque su amor nos deja libres, de alguna manera el permitio los hechos....
Recuerdo el tiempo de placeres fuera del camino, el sabor dulce y agradable del mal. Fue carnaval para mi cuerpo e instintos, por eso el Mal es tentador, atrayente, y facilmente seguimos su voz...
Recuerdo el tiempo despues del placer en que llego la miseria, sentidme envuelto en una gran tristeza, con ganas de desaparecer, entonces me escondia. Sentia una profunda verguenza, la conciencia interior me castigaba...
Recuerdo el tiempo de regreso por interés, estando lleno de miedo. Regresar o morir eran las opciones. Con la mirada baja y la voz temblorosa regrese, sin amor en el discernimiento...
Recuerdo el tiempo del abrazo de dios Padre y Madre, todo fue sorprendente. Mi cuerpo se enderezo y mi mirada se lleno de luz, ante los regalos de la vida nueva de Dios, sin medirme ni confesión ni cuenta...
Recuerdo el tiempo en que todo se hizo primavera, ver Su Amor en mis hermanas/os. Mi vida recupero el camino de entrega, todo tenia sentido, incluso la entrega de la propia vida...
Recuerdo que lo que mas me pesaba era el que diran, recuerdo con pena la mirada de los mayores, se los veia mal por mi presencia en la comunidad. Entonces busque las periferias, sin poder ni grandeza, porque Ellos hacian presente lo ya pasado...
Recuerdo que el Espiritu de Dios me fue Liberando, recuerdo que asi se manifesto y asi conoci a Dios.
Su Amor es mi mayor riqueza, en la experiencia de dejarme libre y esperarme con los brazos abiertos, eso es lo que tengo para compartir hoy con ustedes y se los comparto...
Domingo IV de cuaresma / Luc.15, 1-3, 11-32 "El hijo prodigo Nacho"
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