Quien busca la verdad y está dispuesto a la verdad es una persona espiritual...

VER:
         Estos días son festivos, hemos estado con templos llenos en las diferentes comunidades del campo y en la ciudad, al celebrarse la integración a la Iglesia de los niños y adultos que reciben el sacramento del Bautismo. Un clima celebrativo diferente dan los padres, padrinos y familiares que vienen a acompañar a los niños, pero que a su vez también vienen buscando alimentar su fe. Sin duda que los bautizados con sus sonrisas, llantos y primeras palabras, junto a hermanitos y primos ponen una música de vida nueva junto a algunas correteadas entre medio de los jóvenes y adultos.

Uno de esos niños observaba la decoración del templo con palomitas sobre el color rojo, y escuchaba el canto que decía «Ven Espíritu Santo». Entonces mirando hacia la puerta preguntó a su mama -¿Cuándo y quien llegaría? Su madre miró a la catequista que estaba sentada a su lado. Esta sonrió, se agachó junto al niño, tomó su manito y se la puso en el pecho, y después llevó la manito del niño al pecho de su madre y al suyo justamente donde se escucha los latidos del corazón. Sin duda que el niño guardó en su pensamiento este gesto y que quizás algún día podrá entender la sabiduría trasmitida sin palabras por la catequista.

ILUMINAR:
       Jesús en la última cena junto a sus primeros discípulos y discípulas dijo: Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad, porque no habla por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que ira sucediendo... Él les anunciará, les enseñará a ustedes todo lo mío (Juan 16, 12-15)

ACTUAR:
      Cuando las personas se acercan a una religión, cuando leen ciertos libros, o se preguntan sobre lo trascendente, es porque andan buscando profundizar en una experiencia espiritual. La sociedad de hoy ofrece lugares y manos santas que prometen salud, dinero y amor. La catequista de nuestra parroquia le señaló al niño en búsqueda, que el camino espiritual comienza escuchándose a sí mismo y escuchando a los demás. Jesús nos habla de la Verdad. La búsqueda de la verdad de nuestra propia historia, y de nuestro presente, tanto en lo personal como en nuestro entorno es la condición imprescindible para tener una vivencia espiritual.

Algunos piden pasar la página de la historia, o esconder su propia verdad, diciendo que hay que mirar hacia adelante y construir algo nuevo juntos. Toda relación, todo proyecto de vida personal y comunitario que no sea edificado sobre la verdad no podrá dar frutos verdaderamente buenos. Todo el tiempo que empleemos para poner la verdad sobre la mesa, perdonando a quien pida perdón, ese tiempo será la tierra mejor para que el Espíritu de Dios (lo conozcamos o no) nos acompañe en el presente y el futuro en la vivencia y en la construcción de relaciones y un mundo mejor. Quien busca la verdad y está dispuesto a la verdad es una persona espiritual...
Nacho