sábado, 12 de octubre de 2013

12 de octubre, desembarco en Estación Getulio Vargas, Escuela N°14.

“Como en el tiempo parada
quedó la vieja estación.
Ya no cumple su función
para la cual fue designada.
Ya no se ven las manadas
llegar al embarcadero
ni hay trenes de pasajeros
parados frente al andén,
porque han olvidau al tren,
sólo resta algún carguero. 
Ya no se escucha el cencerro
de aquellos días de gloria
cuando se escribía la historia
sobre renglones de hierro,
cuando por los llanos y cerros
Serpentiau  aquel mentau
mientras que el gringo porfiau
hacía el tendido de vía
y el progreso llegaría
al rincón mas olvidau. 
Pero al tiempo que llegó
hasta mi zona sencilla,
allá en la vecina orilla
Un gran hombre se perdió
y  por eso se le dio
a aquella estación naciente
el nombre de un presidente”.
“Como fue Getulio Vargas
hombre de historia larga
sencillo gaucho valiente 
Muchos años han pasau
pero mi pueblo querido
ni ha de hundirse en el olvido
por mucho que haya cambiau.
Si la estación a quedau
como un mojón en la historia
pues vivirá en mi memoria
y  hasta el final de mis días
las tristezas y alegrías
de derrotas y victorias.
   José Martínez González “El Golpeado”
 El ser humano está hecho para el encuentro
por eso ha atravesado valles y montañas
desiertos y oncéanos encontrándose las culturas
a veces conquistando y colonizando
y otras tejiéndose y enriqueciéndose mutuamente. 
 Este doce de octubre fuimos parte de una cruzada.
No en carabelas por mar,
sino en cachilas y autos clásicos.
En vez de tres fuimos treinta y tres.
Sin Cristóbal Colón,
pero si con un gran capitán:
el profesor Luis Miller,
quien no es un colonizador
y si un tejedor de encuentros
Por la mañana con tiempo amenazante
y  pronósticos de temporal,
con la fe de Moisés partió de Río Branco
la caravana multicolor.
El Alcalde Robert Pereira nos bajó la bandera
y a tren ligero de treinta y cuarenta
con paradas intermedias.
A buen tiempo dejamos la ruta 18
para tomar el camino de tierra.
 Ocho Kilómetros en una hora
para que vean nuestra intención
que no es andar a la carrera
y si a la espera del más lento
del anciano mayor
y del que se sale de la carretera
esperándolo hasta que vuelva.  
 El paisaje es de zona arrocera
donde se veía algún tractor
trabajando con piloto
Con casilla o sin ella,
como manda la ley
o comiendo tierra aunque duela
Rodeado de Gaviotas
que se alimentan de la tierra dada vuelta. 
El silencio del campo
perimía escuchar el canto
de los chingolos y sabiás
escaseando en esta zona el avestruz.
que está en plena época de nido con huevo. 
Y ya llegando al poblado
se ve el adelanto de grandes molinos
que nos recuerdan a Don Quijote de la Mancha
en su Rocinante enfrentando a los gigantes
Que hoy podía ser el Quijote de Cervantes
la escuelita perdida tierra adentro,
que busca con sus maestros
abrir la mente del hijo del peón
para que junto al patrón
cumplan los mandamientos
de justicia y amor
porque todos somos  iguales ante el Creador. 
El cartel del Bienvenidos
y un grupo de vecinos
con la olla al fuego
y los brazos extendidos
nos recibieron a estos navegantes,
que no traían espada y si buen ruido,
música de todo tipo
al estilo del grupo Arcoíris
con  guitarra, acordeón,
batería y bandoneón.

Sin faltar los recitadores
y  el órgano eléctrico ,la batería
completando con el bombo
que se vino de lejos:
Jujuy el norte argentino,
en un grupo de delincuentes
que nos robaron el corazón.
 
Con gran misterio
ahí donde fue estación del tren,
hoy se da el milagro
del encuentro entre la ciudad y el campo.
Con la máxima tecnología on line
Venido de José Pedro Varela
que trasmitía en directo.
el reencuentro de amigos
y  el conocimiento de los nuevos.

No faltando las empanadas
y  el dulce de boniato.
Todos comiendo de la misma olla
debajo de la parra, venidos de Melo
Maldonado, Treinta y Tres
Vergara, Zapican
Yaguarón, Porto Alegre,
Lago Merín...
y  alguno más que no me acuerdo,
siendo una sola familia
cuando ayer ni sabía que otro existía.



 De sobre mesa la bendición
al frente de la escuela
que nos recordaba que hace unos días
fue el cumple de aquel
que creyeron que lo mataban.
En la escuela de la higuera.
Y resulta que ese señor
como todo el que se compromete
con la liberación,
Resucita en cada lugar
donde se da la fraternidad universal. 
Che, que bueno que estuvo esto
que hasta el Dios del cielo
quería la fiesta
y sostuvo hasta el último instante
las gotas de agua que ya de regreso
nos bendijeron… Dios está contento.
Gracias...

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