En estos días he estado leyendo un libro que interpreta muchas de las intuiciones que el camino de la religión ha traído a mi vida, que me gustaría compartir. El libro se llama "Vida Eterna: una nueva visión". Quizás esta reflexión le sirva a alguien en su camino para liberarse de muchas barreras que impone la religión, o quizás les provoque un poco de escándalo, puede que mejor esto último, puesto que muchas veces las revoluciones arrancan por ahí. Sería bueno, también, que algunos se animen a compartir su propia visión para enriquecernos todos.
El cristianismo habla mucho de la "conversión", y a menudo suele utilizar imágenes como: cambiar de camino, arrepentirse, volver al buen camino, no apartarse, aceptar la doctrina, etc.
El tema es muchas veces que esta teología puede dar lugar a manipulaciones: el uso de la culpa como necesidad de cambio, y honestamente la culpa pocas veces nos transforma verdaderamente, más bien el cambio viene para "aliviar" nuestra conciencia, y ahi queda nomás aliviado y listo. También puede servir para que el "convertido" acepte sin más la doctrina que se le impone, sin cuestionarse realmente el sentido de lo que hace.
Puede que esté siendo demasiado duro con esta visión, porque sin duda todos necesitamos cambiar y mejorar cosas en nuestra vida, pero en realidad lo esencial es profundizar en nuestra verdadera identidad, lo que llamamos nuestro "ser". Más importante que cambiar, es ser, ser es la dimensión más profunda de la vida. Es diferente querer cambiar, tirar las cosas, dejarlo todo y empezar otra vida, a decir: ésto es lo que soy y tengo, ¿cómo hago que esta vida sea más abundante?. Esto nos puede salvar de la idea que en nuestra sociedad o iglesia está todo mal, que nuestro trabajo es terrible, que en la vida va todo mal. Pero no por conformistas, al contrario, profundizar puede ser lo más revolucionario en nuestra existencia. Quizás por eso hay tantas religiones que están en decadencia, porque se preocupan más por la seguridad de la subsistencia que por la profundidad de sus apuestas. Hay que ser muy valiente para tener el "valor de ser", así como lo hizo Jesús.
Una segunda cuestión, a veces se nos ha inculcado que el seguimiento de Jesús es el camino más difícil, el más largo y el más duro. Estoy en desacuerdo con esta visión. Claramente Jesús no la tuvo fácil, y es muy probable que externamente se nos haga dificil el camino de seguimiento, porque las lógicas del mundo favorecen al poderoso y no al débil. Pero siento que, internamente, y si estamos realmente convencidos, el camino de liberación y de entrega a los demás es mucho más dulce, la vida se hace realmente más abundante y plena.
"Como Juan Salvador Gaviota, romper barreras, trascender límites y vivir de un modo que nunca antes pensé que fuera posible. Entonces la vida se expande"
Erik
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