lunes, 31 de agosto de 2015

VICTOR GANDARO

"A quien le gusta la plata que no se meta en política...
 el político tiene que vivir como la mayoría de su pueblo...”
Recuerdo que en los ejercicios espirituales el Amigo Víctor comentaba las palabras del presidente del momento Mujica, y decía:
“lo mismo nos dice Jesús hace 2.000 años, 
no se puede adorar Dios y al dinero", 
y subrayaba,
“le pido la gracia a Dios de mantenerme sencillo con alegría”
Agregando, 
“después de haber compartido con el Santo Padre Cacho Alonso
 uno se siente fortalecido en este camino”.

Nuestro Amigo Víctor Gándaro, este domingo pasado, por la tarde, regresó en su bicicleta después de haber participado en la Misa de la capilla. Se acostó para descansar un poco. Cuando su familia lo llamó para que comiera algo, lo encontraron ya sin vida.

Diacono permanente, que eligió una vida sencilla, amo a los sencillos, predico con su vida y palabra la alegría de seguir a Jesús con sencillez.

En los diálogos con el siempre estaban presente los enfermos, las dificultades de los vecinos, del país y del mundo. Generalmente su mirada era con esperanza, de que la situación iba a mejorar. Sin mucho ruido como un vecino mas, tenía una mirada profética, sabiendo que el mal tenía sus raíces en los poderes y poderosos que manejaban a los que cometían los delitos o sufrían enfermedades. Decía:
 “los drogadictos, los fumadores, los alcohólicos
 enriquecen a los narcos y empresarios… 
los que difícilmente van a la cárcel”.
Era parte del medio de comunicación Tribuna Popular. Junto a Roberto eran lectores y repartidores del semanario en Treinta y Tres.
Era hijo, soñaba y apostaba por una iglesia sencilla y comunitaria con lugar para todos, centrada en Jesús y la solidaridad. La catequesis, las comunidades de base, la pertenencia a una capilla, el bautismo, las celebraciones de la palabra, la eucaristía, la reconciliación, eran su fuente y su propuesta. Desde el ejercicio de su Diaconado, su ser esposo de Teresa, padre de Jimena y amigo de todos nosotros.


Para el su esposa e hija estaban en manos de Dios y de la comunidad, 
“señor tu me pides que me encargue de tus cosas, 
de tu pueblo, 
estoy plenamente confiado 
en que te encargaras de mi Teresa y Jimena”. 

Estaba muy agradecido a la comunidad a las hermanas Doroteas y Salesianas que lo habían ayudado mucho para llevar adelante a su cálido y sencillo hogar. También tenía muy presente a los sacerdotes, a los obispos y los compañeros Diáconos en su acción de gracias.

Se nos va despacito en bicicleta, sin irse, porque ahora sí que estará perfectamente entre nosotros, acompañándonos a que nos encontremos entre nosotros y con el Dios de Jesús.
Como testigo de sus confesiones, puedo afirmar que era una persona que deseaba tener un corazón limpio y deseaba eso para todos los demás. Con una fe profunda en que Jesús con su infinita misericordia podía hacer ese milagro en cada uno de nosotros, si nos encontrábamos con él con humildad.
Nacho

1 comentario:

  1. GRACIAS NACHO POR TAN LINDAS PALABRAS, VICTOR DESDE EL CIELO SIEMPRE NOS ACOMPAÑARÁ EN NUESTRO CAMINO, SU HUMILDAD, PERFIL BAJO, MISERICORDIA, SENCILLEZ, NOS ESTARÁN CUESTIONANDO CUANDO NOS DESVIEMOS DEL CAMINO. UN ABRAZO

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