domingo, 4 de octubre de 2015

Breve reseña de San Francisco de Asís

Escribir sobre San Francisco de Asís, es una invitación a evaluar nuestra existencia a la luz del Evangelio; porque su vida, en plena época medieval de guerras, pestes y hambrunas se asemejó a la de Jesús de Nazaret. Hoy nos preocupamos por los temas de seguridad, viviendo cada vez más enrejados y vaya si había “inseguridad” en aquellos tiempos que a él le tocó vivir. Él dejó sus seguridades por intentar ser fraterno, buscando la paz y el bien para sus prójimos…

Nació en Asís, una pequeña ciudad al norte de Roma, entre el año 1181 o 1182. Doña Pica, su madre, al bautizarlo lo llamó Juan. Su padre, el rico comerciante Pedro Bernardone, se encontraba en esos momentos mercantilizando telas por la Provenza. Al volver y encontrarse con su hijo bebé, lo apodó “Francisco” (el francés), en honor a la tierra que tantos dividendos le había dado y así se lo conoció…

Poco se sabe de su infancia, pero se presume, que vivió con las comodidades de un niño perteneciente a la burguesía. En su adolescencia ya comenzó a mostrar algunos “dotes” de fiestero, que harán que en su mocedad lo nombraran “rey de la juventud”, porque era el alma de los desenfrenos juveniles (de baile, chupe y otras yerbas)…

También soñó con ser caballero, y así partió en 1202 junto al pueblo y la burguesía de Asís, hacia la guerra contra la vecina ciudad de Perusa, donde se hallaba refugiada gran parte de la nobleza asisiense (entre ellos la familia de Santa Clara de Asís, nacida unos ocho años antes). Pero Asís “perdió como en la guerra” (valga la redundancia) y Francisco permaneció cerca de un año como prisionero, donde una enfermedad le diezmó la salud, a la vez que sus sueños diezmaban la fortuna de su padre, que tuvo que salir a pagar el rescate…

Vuelto a Asís, se engancha en el negocio del padre (de alguna forma las deudas se pagan), pero vuelven los sueños de gloria militar y así se enrola para ir a luchar otra vez. Esta vez no es el “cuadro” el que pierde, sino que él mismo no pudo salir a la “cancha”, al preguntarse: ¿qué hago acá?...

Otra vez, vuelve a sus pagos, y hacia 1205 se da el encuentro con los leprosos y la experiencia en la derruida ermita de San Damián: “Francisco, repara mi iglesia que amenaza ruina”… y comienza a reparar iglesias viejas y derrumbadas, haciendo la opción de ser un “menor” (como llamaban a los pobres e ignorantes de su época), dejando de ser un “mayor” (lo que él había sido, un rico burgués). Esta “conversión” no solo implicaba una postura espiritual, sino también un posicionamiento sociológico y político…

Alrededor de 1208, al escuchar el evangelio de la misión y con la llegada de su primer compañero, el caballero Bernardo de Quintavalle, seguido de otros compañeros después, Francisco comienza de a poco a pensar que esa “reparación” podría implicar no solo ser obrero de viejos edificios sino albañil del hombre nuevo…

En 1212, luego de haber renunciado en “favor de los pobres” a su dote matrimonial (como toda mujer de la nobleza), Clara abandona la casa paterna y, un domingo de ramos, se va con Francisco y sus amigos; al tiempo la seguirá su hermana Inés…

Por el año de 1221, ante el pedido de muchos laicos, Francisco plantea que también se puede seguir las huellas de Jesús, siendo un “menor” en la familia, o las diferentes actividades humanas, con excepción del “tomar las armas”…

Hacia 1224 estando Francisco muy enfermo, tiene lugar su estigmatización. En estas coyunturas de gran sufrimiento y tristeza, porque su “orden” ya no seguía sus primeros pasos, escribe unos de sus escritos más hermosos la “bendición al hermano León” (su íntimo compañero y confesor) y el “Cántico de las Criaturas”…

La tarde del 3 de octubre de 1226, muere en Santa María de los Ángeles, una de las pequeñas iglesias que reparó en su “primera conversión”, cerca de Asís; pidiendo, antes de fallecer, que lo dejaran desnudo sobre la tierra. Dos años más tarde será canonizado…

Y hoy casi ocho siglos después, en víspera de esta fecha, vuelvo a pensar en su vida y mirando a mi esposa e hijos me pregunto: ¿cómo hacer, hermano Francisco, para seguir tu senda por el camino del nazareno?...

Fabrizio, un hombre que intenta ser un franciscano seglar…

HOY 4 DE OCTUBRE 
CELEBRAMOS LA EUCARISTÍA EN POBLADO URUGUAY
La mas pequeña de nuestras comunidades, comunidad campesina.
Estuvieron presente los Colibríes 
que hace un tiempo pasaron por aquí en caravana.
Entonce en este día surgió la invitación
 para celebrar juntos la navidad
con una misión previa.
Los medios de comunicación se pusieron al servicio,
y ya se dispusieron a participar:
la familia Rossina, Diego y Juan Pablo
Entonces se encendieron sueños,
recordamos el nacimiento del Equipo Misionero Itinerante
en diciembre del 2003
con ese llamado
acompañar a las comunidades alejadas
a preparar y celebrar la Navidad
entonces quizás si se suman otros
podemos acompañar otras comunidades que nos inviten...
Maria esta disponible también,
y recibe a los que se quieran sumar

Nacho


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