PÍDELE QUE
TE HABLE DE QUIEN AMA"
...y disfruta de su tono de voz, su mirada, sus
silencios y gestos, todo hablara de la amada, del amado.
En estos
días me pusieron muy contento en la Fazenda Femenina en Betania de Melo, me
pidieron que las acompañara a conocer a San Francisco y Santa Clara. Me movilizó mucho por dentro, me despertó recuerdos de sueños y encuentros…
Me prepare con dedicación, leyendo, rezando, recordando. Hasta que llegó el día de
compartir, y mi corazón latía vivamente.
Ese día
había llegado una chica nueva, para integrarse por voluntad propia a esta
comunidad que busca la liberación de distintas adicciones. Entonces toda la
comunidad estaba atenta a recibirla, escucharla y servirla. Por lo tanto la
compartida sobre Clara y Francisco quedó para más adelante…
Fue algo
lindo recordar “la perfecta alegría franciscana”, poder encarnarla, esa alegría
de experimentar que “los otros, son más importantes que nuestros saberes y
persona”.
En este
lugar la más importante es la que llega por último. Recuerdo el rostro de la recién llegada, su mirada
hablaba de mucho dolor, con un rayito de esperanza… Quedando atrás lo que prepare para compartir, la comunidad me hizo sentir parte para recibir a quien
era la más importante. ¡¡¡ Que lindoooo !!!
Combinamos
un nuevo encuentro para compartir del Franciscanismo, y llegue a la Fazenda
nuevamente.
Sorpresivamente me salió a recibir quien había llegado la ves
pasada. Su rostro, su sonrisa, su mirada
ya era otra, me puso realmente contento. Un abrazo y los comentarios de
camino. Que en ese lugar nunca son con mascara; ahí cada una pone su vida sobre
la mesa y desde ahí se relaciona, desde ahí se comunica, desde ahí te recibe. A
mí personalmente me hace respirar libertad, autenticidad, pero también todavía me
desestabiliza un poco…
A la hora
del encuentro, estaba la mesa servida para compartir un café, un té, muy
femeninamente preparado en círculo. Entre ellas había otra con tres días de
llegada, la que a pocos minutos puso sobre la mesa “su lucha” y el proceso que
ya venía haciendo desde hacía siete meses en otra Fazenda.
Entre otras
cosas dijo: “creo que no me va a dar la vida para agradecer a Dios por lo que
me está sucediendo con su acogida en la Fazenda, quiero agradecerle amando,
sirviendo como El, como ellas, me han Amado y servido”.
Me
comentaron que habían visto la película Hermano Sol, Hermana Luna, sobre
Francisco y Clara. Algunos estudiosos del franciscanimo no la recomiendan
mucho, a mí en su momento me despertó Sueños. Pero ahora lo que me llego hasta
las entrañas fue cuando cada una compartió que le había quedado de la película.
Realmente “desde donde miramos algo” ese algo puede ser distinto.
Las
escuchaba y me hacían sentir en un grupo de seguidores de Jesús, con el carisma
de Clara y Francisco, hablando de
alguien que Amaban. Se lo sentía, lo trasmitían en su tono de voz, en sus
miradas, en sus gestos…
Alguien
dijo: “Francisco fue como nosotras antes, y ahora nosotras estamos intentando ser
como él; estamos intentando como él, enamorarnos de Jesús, y servirlo en las
compañeras, en nuestras mismas pobrezas…”
Confieso que
me sentí en una comunidad Franciscana, donde Jesús es el centro, y sus
integrantes con distintos tiempos de procesos, se sirven se acompañan… Con un
detalle que para nada es menor: me habían integrado como a uno más; y llego el
cerrajero y lo invitaron a la mesa; y llego el jardinero y lo invitaron a la
mesa; y llego la catequista y la invitaron a la mesa…
Cuando me
llego la hora de partir quedaron rezando el Rosario de la Misericordia. Pedí
que rezaran por mi… es posible el cristianismo, el franciscanismo hoy. Y no se
vive solito, y no se vive en grupos seleccionados, se vive con los que buscan y
experimentan su infinita misericordia, en distintas pobrezas…
Nacho
FRANCISCO, Papa en EEUU
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