En setiembre del 2012 seguí por internet el I Congreso Continental de Teología en Brasil. Durante el mismo me maravillé cunado vi a Pablo Bonavía, mi profesor en la Facultad de Teología años antes, en la organización del mismo. Recuerdo vivirlo con emoción todo el Congreso, las exposiciones, ver a los uruguayos que allí participaban, las temáticas, la defensa de los derechos de los más pobres...¿que son los privilegiados de Dios? Fueron muchas cosas que comenzaron a ser novedades para mí y que fueron cuestionando mi fe, mi vivencia de Dios y el el futuro que quiero para mí y mi familia.
En
ese mismo año 2013 conozco Amerindia y desde allí, entre idas y
venidas, me fui uniendo a sus filas y ellos me dieron la posibilidad
de poder comenzar a publicar mis primeras reflexiones que contienen
algo de filosofía y algo de teología. Gracias a Rosario Hermano
vi, por primera vez mis reflexiones -como fruto de la vivencia con
Dios- aparecían publicadas en una pagina web y eran leídas por
otros. Fue el comienzo de varios sueños que aún quedan por cumplir.
En
diciembre del 2013 y enero del 2014 estuvimos en Bolivia con mi
esposa y nuestro hijo -de 2 añitos-, impulsados por el ardor
misionero que heredamos del grupo Colibrí. En Villa Montes nos
recibió el padre Edgardo Rodriguez, uruguayo misionero que
estaba en ese tiempo en tierra de guaraníes, en el Chaco. Allí
recorrimos y conocimos al legendario padre Tarcísio, a
Nicolassa, su mano derecha,
como a toda la obra de la Escuela de Salud del Chaco: la TEKOVE KATU.
Los frutos siguen y hoy tenemos allí a nuestra hermana Florencia de
misionera, desde diciembre de 2014.
En
enero del 2015 recibimos en nuestra casa a Nicolassa y sus dos hijos,
todos ellos hermanos guaraníes, que aceptaron el desafío de visitar
a los Colibríes. En el tiempo que estuvieron compartimos con ellos
sus pareceres, sus expectativas allí en el Chaco, como también
escuchamos su voz que no dejaban de asombrarse del ritmo loco de vida
que llevamos. La sabiduría de Nicolassa nos impresionó a muchos, y
con mi esposa e hijo, sentimos que Dios mismo nos visitó en nuestra
propia casa.
Y
llegado este mes de este octubre de 2015, habiendo crecido en
experiencias y vivencias, siento la bendición de un Dios que busca
lo mejor para sus hijos. Ha sido un año de crecer en el matrimonio,
como esposo, como padre. Un año de mucho trabajo, estudio, oración
y de grandes regalos. Y uno lindo de contar es la posibilidad que
tengo, gracias a Amerindia, de participar del II Congreso
Continental de Teología, también en Brasil, esta vez en Belo
Horizonte. Y además acompañado de un gran delegación de uruguayos,
dentro de los cuales está el padre Edgardo Rodríguez, que
luego de conocerlo en Bolivia generamos una linda amistad.

Diego
Pereira
Muy lindo, Diego!! Los caminos de Dios son insondables y siempre llenos de regalos. Gracias por compartir tu vida con nosotros.
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