La primera, es el tiempo, todos los pronósticos daban lluvia, y no fue así, todos los vecinos pudieron transitar por sus caminos, cruzando las cañadas sin problema: Gracias
La segunda, me decía mi madre, mujer de campo, algo que también me recuerda alas visitas a las comunidades Guaraníes en Bolivia y Paraguay: "cuando uno va llegando y ve el patio barrido, el galpón ordenado y la mesa pronta, se ve que nos esperan con lo mejor. Y así fue.
La tercera, es comentario de una visita de la ciudad: cuando íbamos llegando no se veían casas cercas y después fue apareciendo gente de todos lados, parecía que salían de atrás del bosque, se bajaban del ómnibus, aparecían del lado de la cuchilla. Con el detalle que eran familias, en sus distintas formas.
La cuarta, el ser humano necesita de expresarse en ritos, y cuanto llegan al corazón cuando estos son desde la cultura del lugar, sin necesidad de cosas grandiosas o de la tele... Desde la portera trajeron en procesión los elementos para la celebración: la luz encendida que prendería el fuego, el agua a ser bendecida, los atados de leña, la estola y el pocho
La quinta, cuando algo habla de Dios, cuando Dios esta hablando en algo que acontece, no son necesarias las palabras. Simplemente nos pusimos en presencia de Dios, invocamos su Espíritu y presentamos la celebración.
La sexta, en comunión con las comunidades indígenas, le dimos lugar al abuelo. Le pasamos el poncho a don José, el cual seria el encargado de encender la hoguera con la velita que representaba el cirio pascual, la luz de Cristo
La setima, fue la participación de los varones, tenían algo en la celebración que tuvieron que preparar previamente y hacer que se encendiera.
La octava, fue el signo del perdón, de la purificación de nuestro interior. Cada uno a su tiempo, en silencio, eligió una rama y le dio el contenido que quería ser transformado en su interior...
La novena, fue el chocolate, con saladitos y dulce, casi todo casero. Para mi es un momento, de ver tanto cariño en cada uno de los portes... Pero por sobre todo la posibilidad de encontrarse, sin faltar el mate.
La décima, en un momento me encontré con algunos niños de campo, enseñándole a los niños de la ciudad "que era el embarcadero", disfrute muchísimo de verlos jugar por jugar...
La décima primera, cuando todo parecía ya cumplido, a Doris se le inspiro hacer una accion de gracias al cortar la torta. Los seres humanos necesitamos ese momento de poder agradecer, fue realmente profundo y participativo, donde no falto el canto el silencio y alguna lagrima.
La décima segunda, con el agua bendecida, Blanca y Mariela nos compartieron la bendición de Dios. Habíamos podado, nuestro interior ahora había que regarlo. Para unos cuantos fue el momento mas fuerte de la jornada, expresado con lagrimas sonrisas y abrazos.
La décima tercera, en un tiempo de silencio, cada uno hablo con Dios, a mi personalmente me llego muchísimo como los niños quisieron participar de la oración... después la oración de Jesús, el Padre Nuestro y el emotivo saludo de paz...... Una mas, escuchaba a los hombres que decían: "que bien que nos hace esto, y creo que es distinto porque no hay plata por medio, y todos estamos juntos en la misma" y alguien agrego "para el 23 de Julio, para la otra que tenemos, tenemos que hacer algo distinto, pero que tenga algo de esto" y ahí me invitaron, en principio dije que no podía, me insistieron y me convencieron...
Nacho
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