domingo, 26 de junio de 2016

SAN ROMERO DE AMÉRICA - en RÍO BRANCO


ALGUNAS FOTOS, del día en el el barrio Cirilo Olivera, donde esta la capillita San Romero.
La primera, por la mañana nos fuimos juntando, y con los integrantes de la comunidad, salimos a misionar por el barrio. Caminamos por sus calles, nos ladraron sus perros, respiramos sus deferentes aromas, nos fuimos encontrando con su gente, y escuchado sus alegrías y dolores, sus recuerdos y deseos. Ademas les compartimos la invitación para ver la película Romero, para próximamente iniciar un grupo de adultos de reflexión bíblica y la invitación a la catequesis.
La segunda, Silvia que va llegando al barrio, fue recibida por un grupito misionero, que hacia su primera experiencia de misión. Que lindo cuando la gente del lugar son nuestros guías y se sienten protagonistas.
La tercera, Elvio y Waldir preparaban los chorizos, para el regreso de los misioneros. Ese otro tipo de misión, "el de casa", el de envió y de acogida. Cuanta gente sirviendo en la vida cotidiana, en esa vida cristiana que llamamos Nazaret.
La cuarta, la casa, la familia, que siempre se transforma en referencia. Hoy fueron Stella y Elvio los que nos recibieron y acogieron. Que lindo volver a esa iglesia, la de los comienzos, la de la familia, la de la casa, la de el vecindario...
La quinta, el almuerzo, compartido por distintas familias de distintos lugares, todos comiendo del mismo arroz y del mismo pan. Los niños lo disfrutaron mucho, el almuerzo en familia.
La sesta, fue ala tardecita, cuando se encendieron las luces de la capilla, con la puerta abierta, para encontrarnos y ver la película Romero. Fue un modo distinto de hacer fogata de San Juan.
La setima, no es necesario tenerlo todo, y cuando uno esta tegiedo con otros, los medios se multiplican. Tuvimos de todo esta noche: cañón, técnicos, merienda, y un grupo diverso para ver juntos la vida de Romero. Raquel venida de Nueva Helvecia nos presento la vida del santo....

Personalmente llore muchas veces... tres momentos que me siguen resonando:
- cuando los soldados lo quisieron desvestir a Romero y el pueblo lo revistió, porque lo reconocían como uno de los suyos.  
- como en sus dudas, debilidades y miedos, se encontraba con la mirada del pueblo, la acogía, lo miraba y ahí encontraba una fuerza para seguir adelante.
-  la pregunta que el se hizo y que también nosotros aveces nos hacemos ¿ Quien puede decir o hacer algo para que esto cambie?... Otros respondieron con voces y actitudes que el no estaba de acuerdo. El silencio ante su pregunta, lo fue ayudando a descubrir que lo que el esperaba, era lo que Dios esperaba realizar a través de él...
Nacho

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