viernes, 17 de junio de 2016

¿Quién decís que soy yo?

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos contestaron: Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Él les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Pedro tomó la palabra y dijo: El Mesías de Dios. Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día. Y, dirigiéndose a todos, dijo: El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.  
                   San Lucas (9,18-24)
Cuando estamos compartiendo el camino con otras personas, intentamos disfrutar los encuentros, y a veces hay personas que se sienten culpables porque se les fue la vida estando donde no querían estar, lejos de las personas que se aprecia…
Desde hace un buen tiempo que no pregunto donde y con quien me gustaría estar, me he vuelto niño y me dejo llevar por mi padre, disfrutando de cada lugar y cada encuentro. Lo mejor es que no surge ningún sentido de culpa, por no estar donde otros les gustaría que estuviera… La verdad que me hace sentir muy libre y disfrutar y darme en el presente , con los cercanos de hoy…

Cuando algún ser querido parte para el mas allá, deja en manifiesto la verdad de nuestra relación y de nuestra creencia. A veces cuando amamos y creemos en una vida mejor, que comienza con el abrazo de perdón infinito de Dios padre, después de unas lagrimas de despedida, nos alegramos por su mejor vida y sentimos su compañía con otro modo de presencia. Otros la muerte la viven como una perdida…

Una de las cosas más lindas que me gusta recordar, fue el ultimo dialogo con mi papa. Me dijo sentado debajo de un parral “hablemos de es Dios tan bueno que tu siempre hablas y que espero que me reciba después de la muerte”.

Creo que para cualquier cristiano, a de las cosas más bellas que puede vivir es encontrarse con Cristo y ser instrumento para que otros se encuentren con él. La verdad que me siento agradecido por el Dios que me presentaron, el Dios que salió a mi encuentro, el Dios a quien quiero responder a su amor de padre como hijo que quiere realizar su voluntad. Confiado que es lo más humano, lo más pleno, y que es el mejor aporte al buen vivir de la humanidad en esta tierra.
Siempre me pregunto ¿Qué Dios muestra mi vida? … y en una situación de conflicto ¿de parte de quien me pongo? El que más tiene, a veces puede comprar o mostrar verdad...es. El pobre a veces es pobre en todo, también en verdad…
Nacho

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