¿Cuánto nos cuesta hablar sobre estas en nuestra sociedad? El silencio a veces es cómplice de la injusticia sobre estas personas que viven la sexualidad de manera distinta a la mayoría.
¿Cuánto le cuesta a una familia aceptar a uno de sus miembros con esta opción de vida? Muchas veces se desarrolla un sentido de culpa en los padres y un sentimiento de vergüenza para hermanos, abuelos y demás familiares. No faltando los dedos que las señalan y los comentarios de juicios.
¿Comprendemos cuanto le cuesta a la PERSONA misma? Es algo que si no estamos cerca de la persona, si no es un miembro de nuestra familia, si no es una persona amiga, seguramente nos costara comprender sus profundos y dolorosos sentimientos.
¿Cuánto cambia nuestro sentir y pensar si es nuestro hijo o nuestro hermano? A más de un individuo, a más de una familia, le ha pasado que «todo cambio» cuando era algo de otros y pasa a ser una presencia con vínculos profundos.
Hasta ahora la expulsión del núcleo familiar, la desafiliación del sistema educativo, la exclusión laboral y como consecuencia de todo ello, en la mayoría de los casos la prostitución se transforma en el único medio de vida para estas PERSONAS. Con todo otro tipo de exclusiones como son el acceso a bienes y servicios básicos como la vivienda, la salud, la alta incidencia del HIV y una expectativa de vida bajísima que está en torno de los 40 años.
Sus propias luchas, con el apoyo de organizaciones y políticas inclusivas: «poco a poco van cambiando la realidad». El primer paso es el RESPECTO, que va más allá de mi sentir, de mis gustos y formación. Es la clave para el buen relacionamiento político, religioso, laboral, HUMANO, el respecto por el diferente.
Cuando respectamos al diferente tendremos tres beneficios: 1) el derecho a ser respectado, 2) la valorización de nuestras propias opciones y 3) la riqueza para el cumplir el desarrollo de una sociedad justa, solidaria y fraterna que solamente será posible con el aporte de todos, incluyendo los diferentes en sus distintas expresiones, políticas, espirituales, pensantes, laborales, de edades, culturales y sexuales. El Colibrí - Nacho
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