viernes, 23 de octubre de 2009

18 de Octubre - Jornada Mundial por las Misiones


San Francisco Javier y Santa Teresita del Niño Jesús, patronos de las Misiones


Mensaje del Obispo de Melo
con motivo de la Jornada de las Misiones

Queridos diocesanos:

El domingo 18 de octubre la Iglesia celebra la Jornada Mundial de las Misiones, bajo el lema “Las naciones caminarán en su luz” (Apocalipsis 21,24).

En su mensaje para este día, el Papa Benedicto XVI nos exhorta a reavivar la conciencia del mandato misionero de Cristo de “hacer discípulos a todos los pueblos” (Mateo 28,19).

La Iglesia, la comunidad que formamos todos los bautizados, existe para Evangelizar. Anunciar la Buena Noticia de Jesús es la misión de todo cristiano. Hoy, llegando a la primera década del Tercer Milenio hay quienes se han consagrado a esa misión hasta dar la vida: en 2008 un obispo, dieciséis sacerdotes, un religioso y dos voluntarios laicos murieron como mártires de la fe, en puestos de misión.

La misión necesita no sólo de personas disponibles y entregadas, sino también de recursos materiales.

Nuestra diócesis ha sido bendecida, en el pasado y en el presente por la presencia de sacerdotes y religiosas que dejaron su tierra para anunciar el Evangelio entre nosotros. De nuestra parte, un sacerdote y recientemente una joven laica “María”( de la pedrera) están en misión en Bolivia con los hermanos guaraníes

No todos podemos vivir la misión en esa forma, pero todos podemos contribuir al sostenimiento de los misioneros católicos que están en los lugares más difíciles.

Esa es la finalidad de la Colecta que se realiza en todas las parroquias del mundo y también en nuestras Diócesis, el próximo domingo 18 de octubre, y que se entrega a las Obras Misionales Pontificias.

Tal vez pensemos que es poco lo que podemos dar, y que más bien estamos necesitando de ayuda para sostener la vida de nuestras comunidades. Eso es verdad. Pero también es verdad que, desde los primeros tiempos de la Iglesia, fueron muchas veces los más pobres quienes dieron con mayor generosidad, como aquella viuda cuyo desprendimiento alabó el mismo Jesús (Marcos 12,42-44).

Que cada uno de nosotros contribuya, pues, de acuerdo a sus posibilidades, confiados también en que Dios proveerá a nuestras propias necesidades “con magnificencia, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús”, como escribía Pablo a los Filipenses, agradeciéndoles su ayuda (Filipenses 4,19).

Melo, 1º de octubre de 2009,
Memoria de Santa Teresita del Niño Jesús,
Patrona de las Misiones

+ Heriberto, Obispo de Melo

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