El juego es bastante conocido. Alguien hace de Gato y otro de Ratón, los demás forman un círculo tomados de las manos…Alguien organizó este juego.
El mundo se asemeja a este juego.
Hay personas que se parecen al Ratón: acumulan bienes, sabiduría y no convidan a los demás, quizás porque sienten que lo que poseen es propiedad privada, logrado por su esfuerzo personal y familiar. Estas personas se sienten amenazadas por otros que no tienen lo que ellos tienen, por lo tanto tienen que andar disparando por la vida, buscando cuevas para esconderse o armarse para enfrentar a los que lo persiguen.
El Gato Es alguien que tiene ciertas carencias y desea lo que otros tienen. Comienza pidiendo y termina correteando al ratón para quitarle lo que desea.
El juego del gato y el ratón es bastante real en nuestras relaciones, algunos actuamos como ratón y otros como gatos, por cosas materiales, por reconocimientos o afectos. Otros participan de la vida uniéndose entre sí para apoyar a los que tienen actitudes de ratón o de gato. Se unen en comisiones, gremios, grupos empresariales, familias e incluso religiones.
Quizás ser conscientes de esta realidad y reconocernos dónde estamos y dónde están los demás sería el primer paso hacia la Paz. También preguntándonos sobre la realidad de la existencia humana
¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?
¿Somos dueños o administradores de nuestra vida y del queso material?
Hay personas que se dedican a organizar “estos juegos de disputa”, para vender armas, ya que Río revuelto es ganancia de pescador.A veces el gato y el ratón se andan correteando políticamente o peleándose por un bien material sin saber que están siendo “usados” por otros de afuera que son los verdaderos ganadores en este juego de peleas entre vecinos.
Queremos en esta Pascua que es un paso a la liberación, unirnos en Comunión con Jesucristo el cual nos anuncia la buena noticia de que:
Tenemos un Padre Dios de TODOS y por lo tanto TODOS
somos hermanos entre si. De Dios venimos y a Dios volvemos.
Y él nos dejó la parábola de los talentos en cuanto a la vida, la salud, los bienes materiales, los saberes intelectuales e incluso sobre el amor: a quien, más le toca administrar mas se le pedirá en bien de los demás.
La comunión eucarística, la misa, es para recibir el perdón por las veces que hemos hecho de Ratón, de Gato o de Rueda y recibiendo el perdón alimentarnos para la misión en la vida de tomar conciencia de la realidad y transformarla en una única familia universal.
En plena cosecha del arroz, en comunión con todos los trabajadores y trabajadoras que están en las chacras y molinos procesando el pan para nuestras mesas, celebramos las primeras comuniones con misa, fiesta y juegos. Con una rica torta hecha por Verónica y con un trabajo previo y servicio de fiesta que muestra «que las mujeres son capaces de organizarse y transformar la realidad en una sociedad más justa y unida».
Iluminados por el evangelio de Jesús que nos presentaba al resucitado manteniendo sus estigmas, lo cual nos invita a formar comunidad siendo lo que somos, curando lo que se puede curar y cargando con la cruz de la historia que nos toca cargar…
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