Un enamorado fue a compartir con su amigo monje su noviazgo y le pregunto si le parecía que iba a marchar o no. El monje lo sorprendió con una pregunta:
¿han compartido las pruebas del amor?
El enamorado si bien era una persona muy libre sintió un poco de vergüenza, creyendo que el amigo le preguntaba sobre la sexualidad. Y le respondió que hacía un tiempo que estaban viviendo en pareja sin dar más detalles. El monje hizo silencio y volvió a preguntar:
¿Han compartido las pruebas del amor?
El hombre sabía que su amigo había entendido que si estaban en pareja, estaban compartiendo la sexualidad entonces quedó desconcertado pidiendo explicaciones.
Caminaban junto al río, entonces el monje tomó un puñado de barro, formó una pelotita y la tiró al agua diciendo: esto es el amor.
El hombre era conocedor de tres idiomas pero no lograba comprender el idioma simbólico de su amigo monje.
Luego de un silencio el monje volvió a tomar un poco de barro y lo amasaba uniéndolo formando nuevamente una pelotita y tirándola al agua contemplaba las ondas expansivas que se formaban mientras la bola desaparecía dirigiéndose al fondo del río. El hombre ena-moradono no lograba entender.
El monje se decidió a hablar preguntando cuantos bienes materiales tenían como pareja y que bien material habían hecho juntos en bien a otros que no fueran ni parientes ni amigos.
El hombre visitante seguía confundido entre sentimientos de desconcierto. Vino a buscar una ayuda espiritual para su relación de amor y el monje le pregunta sobre los bienes materiales y sobre los extraños.
(Jesús compartia la mesa con los considerados pecadores, compartia su sabiduria y vienes , su amor... y los fariseos de ayer y de hoy se escandalizan y quieren apartar de la mesa de Jesús a los conciderados pecadores, creyéndose ellos los puros...)
ILUMINAR:
Jesús dijo: Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos... (Juan 10, 27-30).
ACTUAR:
La voz de Dios es la voz interior y la voz del pueblo. Si una relación de amistad, si una comunidad, si una pareja no logra poner en común los bienes materiales, ni logra como pareja juntos pensar en compartir con los demás, si no logra hacerse UNO, en lo más exterior y en lo que pasa, ¿cómo podrá hacerse uno en el amor en lo eterno? ¿Cómo podrá dar frutos de vida? Las primeras comunidades, los primeros matrimonios cristianos lo tenían bien claro que donde había amor uno de los frutos era la puesta en común de los bienes materiales entre sí, abiertos a compartirlos con quien los necesitara.
No se puede amar a Dios y al dinero. No se puede guardar los bienes materiales egoístamente y compartir el amor plenamente. Dando pasos de amor en lo más exterior poniendo en común los bienes materiales podré ir dando paso a vivir el amor desde lo interior. Es una elección poner nuestra confianza en Dios nuestro padre o sostenerme en la búsqueda de bienes materiales.
La desconfianza, el miedo, el egoísmo, los celos, la envidia no vienen de Dios son falta de estar en comunión con el Amor... cuando hay amor, hay verdad, hay lugar para los otros...
Nacho
No hay comentarios:
Publicar un comentario