miércoles, 17 de abril de 2013

Nuestro Dios busca encender el fuego...


Por nuestra ciudad se congregaron mas de 500 personas a escuchar a Roberto Canessa sobre el Milagro de la supervivencia en los andes. Según nuestro parece el materialismo creciente, el sentimiento de inseguridad y la tendencia al individualismo de nuestra sociedad nos hacen sentirnos atrapados en una cordillera y por eso buscamos escuchar la experiencia de quien pudo regresar a la vida… Sin duda que nuestra sociedad dio un paso al buen vivir…


Nosotros hicimos 250 Km. Buscando el fueguito del encuentro paradójicamente en el lugar llamado Fraile Muerto. Ahí nos encontramos con gente Ramón Trigo, Cerro de las cuentas, Tres Islas y del mismo Fraile. Organizado por las hermanas Franciscanas del Verbo Encarnado que hace muchos años son fuego en medio de esta realidad y la realidad misma les ha dado calor para continuar…

Ana Inés y Pablo Bonavía eran los invitados a recordarnos de donde viene la vida, que es para ser fuego… La dinámica fue con el cuento “El arte de hacer fuego”, masticado entre todos, acompañado de una lectura bíblica y de los documentos del Concilio Vaticano II.

Valoramos todas las experiencias, sociales, familiares, políticas y religiosas que son inclusivas y desarrollan el calor de la fraternidad, la justicia, la verdad, la paz… el amor. Dimos gracias por todas las personas de buena voluntad cristianos y que no dicen su nombre… Nos preguntamos sobre en que tipo de Iglesia estamos participando. Cual se nos propone o impone y cual iglesia estamos dispuestos a construir…

Volvimos al caer de la noche confiados que son muchas y muchos los que están soñando y construyendo otro mundo posible, otra Iglesia con más calor humanos… Gracias Nacho


El Arte de hacer fuego

                                     Tras muchos años de esfuerzos, un inventor descubrió el arte de hacer fuego. Tomó consigo sus instrumentos y se fue a las nevadas regiones del norte, donde inició a una tribu en el mencionado arte y sus ventajas. La gente quedó tan encantada con semejante novedad que ni siquiera se les ocurrió dar las gracias al inventor, el cual desapareció de allí un buen día sin que nadie se percatara de ello. Como era uno de esos pocos seres humanos dotados de grandeza de ánimo, no deseaba ser recordado ni que le rindieran honores, lo único que buscaba era la satisfacción de saber que alguien se había beneficiado de su descubrimiento.

La siguiente tribu a la que llegó se mostró tan deseosa de aprender como la primera. Pero sus sacerdotes, celosos de la influencia de aquel extraño, lo asesinaron y para acallar cualquier sospecha, entronizaron un retrato del Gran inventor en el altar mayor del Templo, creando una liturgia para honrar su nombre y mantener viva su memoria. Los instrumentos para hacer fuego fueron guardados cuidadosamente en un cofre y se hizo correr el rumor de que curaban las dolencias a todo aquel que pusiera las manos sobre ellos con fe.

El Sumo sacerdote se encargó de escribir una Vida del inventor, que se convirtió en Libro Sagrado, que presentaba su bondad como ejemplo a seguir por todos. Los sacerdotes se aseguraron de que el libro fuera trasmitido de generación en generación, mientras ellos se reservaban el poder de interpretar el sentido de sus palabras y el significado de su sagrada vida y muerte, castigando con la excomunión a cualquiera que se desviara de la doctrina por ellos impuesta. Y la gente, atrapada de lleno en todo una red de deberes religiosos, olvidó por completo el arte de hacer fuego.

( Bendición de envió)
El Abad Lot fue a ver al Abad José y le preguntó: “Padre, de acuerdo con mis posibilidades, he realizado ayuno, mi oración, mi meditación y mi silencio contemplativo, y también en la medida de lo posible, mantengo mi corazón puro de malos pensamientos ¿Qué más debo hacer?


En respuesta el anciano se puso de pie, elevó hacía el cielo sus manos, cuyos dedos se tornaron en otras tantas antorchas encendidas, y le dijo:”ni más ni menos que esto: transformarte en fuego.

1 comentario:

  1. Sempre estar aberto a aprender, é estar aberto a luz do Espírito Santo. Que o Senhor sempre nos ilumine e de forças para ver o anuncio além das aparências. Que a PAZ (amor e justiça) ESTEJAM SEMPRE CONVOSCO. Esta a linda saudação do Rescussitado em todas suas primeiras aparições, acompanhem sempre todos os irmãos de boa vontade.
    Um Abraço.

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