En semana
Santa decíamos que fue una semana con muchas oportunidades de elección entre
diversas buenas actividades. Entre otras cosas aprovechamos a juntar leña para
el invierno y alimentar la fe Pascual que se nos ha regalado.
Hoy le
hicieron una pequeña cirugía a mi madre en la boca. Días previos el doctor me
hizo estar presente en los preparativos. Fue toda una experiencia nueva. La
verdad que siempre me han acompañado al médico y siempre ha habido otro para
acompañar a los demás. Ahora el médico exigió que el hijo estuviera. Después de
todo le agradecí. Salió todo muy bien.
Y anoche
prendimos la estufa con la leña que juntamos y creo que el alimento de Semana
Santa a nivel de fe nos hizo muy pero muy bien para las sorpresas de la semana.
Todo lo pudimos vivir con profunda paz y esperanza, incluso los tiempos que a
veces no son los nuestros, los dolores y las diferentes posibilidades
planteadas… agregando a la semana una cuenta de agua por $ 27.000 mil pesos,
por rotura de un caño, la cual será financiada en cómodas cuotas… Y la noticia
inesperada de un primo muy querido de 23 que falleció (el cual creemos en su
Pascua).
Hoy me
acordaba de aquella sabiduría trasmitida por un abuelo Guaraní, en la noche
junto al fuego: “amigo aprendamos de la hormiga, cuando hay tiempo bueno
trabaja mucho y es porque se avecina un temporal… mientras la chicharra canta
al sol”. El tiempo bueno de Semana Santa nos anunciaba un comienzo de invierno
frió y con sorpresas… gracias a Dios pudimos poner en práctica la sabiduría de
los abuelos. Y el invierno aún no ha llegado… hay tiempo de juntar leña y
alimentar la fe.
Esta mañana
junto al fuego, mateando en silencio, comenzamos dando gracias por este
momento. Es una gracia que la hemos adquirido y la hemos elegido: levantarnos y
sentarnos con el mate, la palabra bíblica del día y la realidad. Es como cuando
antes de empezar un partido de fútbol los jugadores se reúnen junto a su
técnico. Es algo que heredé de mi familia campesina y lo reafirme con ciertas propuestas espirituales. Es un
tiempo perdido al comienzo del día que a mí me pone de la mano de Dios, quien
me ayuda a disfrutar de todo lo bueno como venido de Él y me ayuda a cargar las
cruces incluso las de mis propios errores. Me ayuda a dar un sentido a lo
incomprensible como la injusticia y la muerte…
En ese
silencio mañanero de hoy surgieron estas palabras para compartir, uniéndonos a
todos que también tiene sus primaveras e inviernos. Alguien dijo hace unos
días: “porque a nosotros nos toca toda las malas”; simplemente si tenemos una
mirada histórica y una mirada amplia más allá de los nuestros veremos que la
mayoría de la humanidad tiene sus días primaverales y sus inviernos, y cuando
un verano es muy caluroso es posible que se avecine un invierno muy frió,
sabiduría de los abuelos que nos puede ayudar a prepararnos en la primavera y
en los tiempos buenos… Es bueno relacionarse con el invierno sabiendo que en
otra parte del planeta hay amigos disfrutando del veranos, nos descentra... sin
olvidar que hay muchos sobre nuestra misma tierra, por ejemplo en Haití… Congo…
Siria… u otros países en dónde han nacido y sobreviven sin lo mínimo necesario…
Un deseo de
feliz Pascua, deseando podamos juntar la leña que necesitamos para el invierno
que se avecina, deseando que podamos compartir el calor del fuego con otros,
deseando que podamos tener esos espacios de mirar más allá de lo que
consideramos nuestro, quizás solo podemos rezar por esas otras realidades,… y
no es nada poco rezar por ello… y sin
duda los más empobrecidos nos hacen valorar lo que tenemos, nos despiertan el
deseo de entregarnos a los demás.
Nacho
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