sábado, 27 de enero de 2024

SE HACE CAMINO AL ANDAR: LIBRES PARA HACERNOS HERMANOS


Después de un campamento, de una misa, de un encuentro... el modo de caminar, de relacionarnos, nos habla si lo anterior fue un encuentro verdadero con el amor de Dios o no. La libertad en nuestras relaciones en la bandada Colibrí,  permitió que Gonzalo se quedará en Fraile, tejiendo relaciones de hermandad, compartiendo con Palmira y Jacinta.  

CAMINANTE NO HAY CAMINO

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Nos pusimos en camino, para recorrer 400 Km. y llegar a la media noche, con un itinerario: 
- Melo Fraile Muerto
- Fazenda de Cerro Chato,
- Encargues para Erika y Alejandro
- Cumple de Bernardo
- Cumple de Pablo
Teniendo muy presente La Palabra del dia, que es nuestro GPS, nuestra guía, para caminar y relacionarnos, nos preguntamos: 
- ¿Cómo ser madre y hermanos de Jesús?
Jesús nos responde: Ustedes  son mi madre y hermanos cuando hacen la voluntad de Dios. (Marcos 3, 31-35) 
- Tratarnos unos a otros con la ternura, cuidado, confianza y amor de una madre, nos desarrolla vínculos de hermandad, con el prójimo, próximo

En el primer pueblo, Tupambaé (Tierra de Dios en Guaraní) nos dimos tiempo para detenernos a saludar a Graciela. 
Una visita, un abrazo, una foto, dilata el corazón y fortalece los vínculos de amistad.
Jesús caminaba atento a los encuentros del camino, y nosotros cuando andamos movidos por su Espíritu, vamos atentos a los prójimos que se nos cruzan en el camino. 
Nos encontramos con Ángel que nos decía:
- Trabajé toda mi vida, esperando los 20 días de licencia para hacer lo que realmente quería, así sobreviví y se me pasaron los años. Tuve una familia, que cuando llegó la tan esperada jubilación, nos tocó convivir más tiempo con mi esposa, y nos fuimos dando cuenta, que solo teníamos casa e hijos en común, sin un mismo horizonte.
Quizás puede parecer un poco tarde, pero cada uno despierta cuando ve la luz. De común acuerdo nos separamos, ella siguió su camino y yo aqui ando, VIVIENDO las 24 horas pedaleando en libertad. 

El ser humano tiene la tentación de adueñarse de la vida, olvidando que la vida viene de Dios. Planifica su día, su semana y su vida, asegurando su subsistencia, agendando actividades y encuentros, para que todo esté en orden, según sus propios intereses, sin cambios...
Cuando dejamos tiempo para el prójimo del camino, cuando reconocemos en él la presencia de Jesús, él  nos interpela:
-  sobre nuestro horizonte, 
- sobre nuestra libertad para amar,
- sobre estar sobreviviendo o viviendo,
- sobre nuestro seguimiento a él o cumplimiento de normas, ritos y actividades...
Quizás también nosotr@s, al igual que este Ángel que se nos presentó en el camino, buscamos la libertad... Quizás la diferencia es que: 
- Angel busca la libertad para hacer lo que le gusta y estar con quiere estar, cuidando su propia vida,
-  y Jesús nos quiere hacer libres, para dejarnos llevar por él, para amar los menos amados, aunque esto nos traiga problemas con fariseos y poderes... 
Al final no nos preguntaran cuanto hicimos y cuanto cumplimos, nos preguntaran cuanto hemos amado haciéndonos hermanos universal.
Nuestras caras hablan... cuando estamos dejándonos llevar por su Espíritu, estamos plenamente vivos, y esa vida se irradia conectados con la vida del prójimo, la vida en la creación  y en la historia. 
En Cerro Chato nos dimos tiempo para visitar ese lugar histórico donde votó por primera vez una mujer. Es increible que aqui se diera el primer paso democrático entre la igualdad varón mujer. Sin duda que todo lo nuevo nace en Galilea, tan lejos de los centros de poder sudamericano, nacional y departamentales. Dios transforma la humanidad desde las periferias. (Y a veces a partir de un conflicto social como en este caso). Las crisis son dolorosas, son oportunidad de que nazca algo nuevo...  

Después de tanta vida en el camino, también dentro de la camioneta en el grupo humanos que él eligió para caminar junto, llegamos al primer lugar previsto: La Fazenda. Tierra de Dios, donde las puertas están abiertas para recibir a aquellos que vienen encadenados por alguna adición y quieren que Jesús los libere. La propuesta es con tres pilares: la convivencia, el trabajo y la oración. El amor es el camino...para amar como él, tenemos que dejarnos Amar...
Maria que cuida a mi mama, nos hace llegar este video de un colibrí que nos se ve, buscando las flores, entre ramas y espinos. Así es el misionero, alguien que busca el amor de Dios ahí a donde esta, a donde llega, en cada encuentro personal y comunitario. Después de ser recibidos en la Fazenda, con una sonrisa, un bienvenido, un café, pasamos a celebrar juntos la eucaristía, dispuestos a encontrarnos con la palabra, la misericordia, el amor y el camino de Jesús.  
La Palabra se tiene que hacer carne... para liberar a las personas. Esa Palabra que fue ofrecida y recibida por Erika en la Fazenda femenina, fue representada por el grupo misionero, para descubrir cómo actúa el maligno solapado en necesidades de distinto tipo de nuestro ego, y cual es el camino hacia la libertad. Las dos tentaciones para no volar son:
1 - Volver a nuestra vida vieja, de adicción a algo, a alguien, o a normas, que nos hace mal para el cuerpo, para la vida. Volver a esos "amigos" que no no son amigos, pero que nos justifican nuestro estado de dependencia, y de muerte, a veces incluso en nombre de la felicidad y libertad o incluso en nombre de Dios (Lo represento Jola, recordando a Erika bajo una carpa en la calle, drogada, con su hija en brazos...)
2 - Regresar a nuestros vínculos de amor, familiar, de amistad o pareja, creyendonos los mesías salvadores de los demás... abandonando nuestra caminata con él. ( Representó Teresa, la tentación de Erika de salir de la fazenda,antes de tiempo, a acompañar a su esposo en el cuidado de su hija).

En amistad con Jesús, haciendo la voluntad del Padre, dejándonos ayudar y guiar, el nos hace capaces de vencer las tentaciones y volar en libertad para amar de verdad ( Julio y Alejandra representaron a Erika y Alejandro en su reciente casamiento por el civil y por la iglesia, emprendiendo un maravilloso vuelo como familia junto a su hija).
Erika y Alejandro dan testimonio de "que se puede", si se busca a a Dios, si nos dejamos acompañar, si entramos en su tiempo y amor que no es el de nuestro ego.
Los seminaristas que los acompañaron ven que no hay que esperar a ser ordenados para Amar al prójimo que esta en nuestra vereda, o que golpea a la puerta, hoy mismo podemos ser sacerdotes (siendo puentes entre el Amor de Dios, su misericordia, su resurrección).
Hoy aquí, "estas y estos, son nuestras madres y hermanos". Ellos en la Fazenda nos abrieron su casa, prepararon la liturgia, nos sirvieron a la mesa, nos dieron testimonio de que cuesta pero con la ayuda de Dios se va pudiendo. 
Nosotr@s llegamos como colibríes, a buscar el néctar de Dios en este jardín... lo encontramos en su Palabra hecha carne; en gestos, lucha, abrazos, sonrisas, lagrimas... para juntos recuperarnos de caídas, liberarnos de adiciones y normas, para dejar que Dios se manifieste a través de nosotros para bien de todos.  
Y seguimos andando nomás en silencio, masticando lo vivido, agradeciendo a Dios por su manifestación... hasta llegar a Montevideo a casa de Alejandro y Erika. Los encontramos felices, con corazón de pobres evangélicos, con dos más pequeños disfrutando de lo recibido. 
Erika andaba descalza, quizás sintiendo que esta es tierra sagrada... Nosotros agradecidos por el Espíritu que nos llevo a Tierra Santa de hoy, encontrándonos con Jesús resucitado en carne y hueso, en amor. 
Los abrazos, las risas, las palabras, los silencios, los gestos todo hablaba de Dios. Alejandro nos dijo, cuando le contamos que habíamos compartido su testimonio en Cerro Chato: 
-Entre tantas malas noticias que se amplifican, que quieren imponernos el miedo, la angustia, la desesperanza, la desconfianza en el hombre... Hay que anunciar el amor de Dios que actúa en pequeñas cosas, que nos lleva paso a paso, y es capaz de realizar lo que parece imposible... Es increíble Dios me regala una mujer nueva, integra, para juntos en el amor cuidar a nuestra hija, con un trabajo a pocas cuadras de esta casa, que se nos dan por dos años... Este amor de Dios es para todos los que quieran recibirlo... 
Jesús el mayor tiempo camino por Galilea, por esos lugares donde se decía que nada bueno podía salir de ahí... Lo decían los que se apartaban creyéndose los buenos...
Jesús  nos llevó al Cerro, a Casabó, periferias de Montevideo. En el camino se veía a muchos hermanos requechando con un carrito de los supermercados o con una bolsa revolviendo las volquetas. Las calles son mas angosta, con menos cuidado y alumbrado. Es una gracia tener amigos que viven ahí y nos convocan. 
Bernardo estaba de cumple. Hubo fiesta con todo "casero", pizza, torta, refresco, cerveza, música y baile. Sin faltar el discurso de agradecimiento, y los abrazos.
También ahí el párroco se traslada al Uruguay profundo... Y queda de manifiesto la verdad de nuestra iglesia, con mucha cercanía y sacramento para los que más tienen económicamente.... Y migajas para los de las periferias... Así estamos...

Jesús fue a todas las mesas que lo invitaban y cultivó la Amistad. De las periferias fuimos a centro, a Pocitos, a compartir lo recogido, y seguir encontrando el Amor de Dios que está en todos lados dónde las puertas y corazones se abren. Nos recibieron en familia.
Pablo el Amigo, nuestro obispo, estaba de cumpleaños y Jesús nos hizo el regalo de poder saludarlo. Y que: " las amigas, los amigos, se encuentren y se hagan amigos entre si".
Es muy bonito saber que también hay otros nidos, otros corazones, otras mesas, abiertas a revivir visitas misioneras. 
María Eugenia, Fabricio y los gurises, recibieron a Alejandra, Teresa y Leo, que fueron a compartir vivencias del campamento, en el barrio Peñarol, otra periferia por momento marcado con rojo... 
A las 24 hs. culminamos nuestro viaje, dejando a la hermana Jola en su casa. Las caras lo dicen todo... Ya no queda nada para entregar... Pero misteriosamente nos sentimos "llenos de vida" con el corazón lleno de nombres y sabiendo que nuestros nombres habitan en otros corazones...
Hay viajes que nos llevan al encuentro con Jesús en los que se crean vínculos de hermandad, encarnado su Palabra...Y nos cambian por dentro... Nos liberan, nos hacen salir nuestra mejor versión.... El Amor en gestos, escuchas, palabras, abrazos, servicios, risas, solidaridad...
Es bueno escribirlas en el corazón y en el papel, en estos medios... para poder volver a contemplar el Amor de Dios manifestado,  y también para bien de los que buscan su Amor... El está en las Galileas geográficas y existenciales... Ahí nos espera para hacernos madre y hermanos unos de otros... Asi como los evangelios son relatos que nos permiten encontrarnos con la persona de Jesús y nos ayudan a dicernir nuestro camino a seguir... Hay vivencias nuestras o de otros, que nos llegan al alma y nos plantean decisiones a tomar... Hoy o mañana... Dios es paciente y tiene su tiempo...
De regreso con Julio, solo nos dió para llegar hasta San Jacinto, recorriendo 50 Km. Dormimos en la camioneta en una estación de servicio. 
La luna nos reflejaba el sol...Hay que dejarse Amar..
 La luna nos recuerda: que hay no hay que pretender ser Dios,  hay que ser humildes y dejar a  Dios ser Dios y poner nuestra pequeñez al servicio de su Amor...

2 comentarios:

  1. Qué belleza evangélica todo lo narrado y vivido. Me llega al alma. Gracias!! Un abrazo. Leila

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  2. Qué belleza cuanto encuentro, cuanta travesia caminada. Cuanto Dios manifestado. Las Caritas demuestran amor

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