Ayer, nos encontramos para compartir la Palabra un grupo de seis o siete mujeres y dado que el domingo hay fiesta y que estamos aún viviendo el pentecostés , llevaba yo la idea de conversar sobre cómo está actuando el Espíritu en nosotros , en el grupo...............
Y bueno, llegó justo en ese momento "un experto", maestro de la ley y desvió todo para la explicación eclesial de las fiestas, etc, etc y chau Espíritu.
Ahora que regreso de mi trabajo , después de haber vivido sucesos cotidianos con dos niños que se peleaban, donde uno le tenía miedo a otro, con una mamá enojada, que pretendía casi que el otro fuera expulsado del centro, o no sé, quemado vivo,.... después de poner a dialogar las partes y de ver, yo, con emoción y casi lágrimas, como ellos arreglaban el asunto y se pedían perdón, después de verlos contentos regresar a su salón..., y luego de darnos los tres un sonoro beso de reconciliación, pensaba que allí estaba el Espíritu de Dios, en el acuerdo, en los ojitos sinceros del que pegaba, pero por celos, y del que tenía miedo, por ser súper tranquilo y bueno.
Porque por encima de verdades absolutas e irrefutables, está el Espíritu que nos dejó Jesús en su resurrección. ESE que sopla aquí o allá donde quiere, donde hay un corazón abierto, como el de estos niños ....o una mano extendida .
Y terminé la semana feliz, porque frente a la prepotencia , el egoísmo de defender sólo la chacrita y la violencia de exigir más violencia de la que ya existe,hay un Espíritu que anima, llamando a la calma , al acuerdo, a la pacificación que da alegría.
Y eso es la Trinidad, desde la humildad de mi sentir, un Dios que nos ama, que habita entre nosotros como lo hizo Jesús y dice a todo el que esté dispuesto a escuchar. " Yo estaré con ustedes siempre, hasta el final de la historia."
Abrazo colibrí Raquel
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