Sin duda que las palabras de Jesús fueron dichas en un contexto
cultural muy diferente al nuestro. No existía el multi empleo, la comida era
pensada para saciar el hambre y hacer fiesta sin el agregado de hoy de la
preocupación por la estética, la salud. El mirar el vuelo de los pájaros y
contemplar, regalar flores eran los signos más comunes de libertad y amor,
hoy particularmente en las ciudades esto
no es tan frecuente.
Hoy todas las posibilidades son mucho mas variadas, en
cuanto al trabajo, alimentación y relaciones humanas. El gran supermercado nos
da mayor posibilidad de elegir lo mejor entre muchas ofertas, pero también se
nos presenta la posibilidad de adquirir de más o no elegir lo mejor. Esta es
nuestra realidad de Hoy.
Aprendiendo de mi madre, veo que antes de ir al
supermercado, medita lo que necesita, lo que quiere comprar y a veces hace una
lista para no olvidarse. Todo lo calcula según el dinero que tiene y sobre las
personas que se van a beneficiar con las compras. Cuando el supermercado es
conocido, entra directo a comprar los artículos de primera necesidad, recién
después de esto a veces compra algún “artículo extra”.
Esto me ayuda cada noche, después de recoger las fotos del
día, doy una mirada al día de mañana junto a la palabra bíblica. En el mate
mañanero entre silencio y noticia retomo la agenda del día:
¿Qué haré? ¿Qué
prioridades pondré? Siempre con un margen para lo imprevisto y también cuando
es posible hacer espacio para “un dulce”. Cuando uno se conoce y más o menos
conoce a los demás, sabe con cuanto cuenta y de que carece.
Asumir la realidad tal cual es, es no andar detrás de
“debería ser” “me gustaría que”… Es en
la realidad real que puedo ser feliz, libre y amar. Es en ella que Jesús nos
invita a aportar en la construcción de su reino y su justicia según las
posibilidades reales personales y del entorno. Dios “ara con los bueyes que
tiene” y produce una gran cosecha cuando
nos ponemos en sus manos. Es aquí y ahora, siendo lo que soy y con estos
prójimos, que puedo ser amado y amar.
Nacho
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