Y por donde no anduvimos, ya que transitar en
esta vida es un continuo elegir con mayor o menor libertad, desde nuestro ser
profundo o programaciones…
El camino elegido, los lugares, el modo de
estar, de relacionarnos en definitiva es nuestra vida. Llena de silencios y
palabras, de gestos y distancias tomadas, de podas, de frutos recogidos y
entregados, de separaciones y encuentros.
¿Por dónde anduvieron nuestros zapatos?
En el primer mes del año. Quizás en el
tiempo libre, vacaciones, licencia es donde más posibilidad de elección
tenemos. En ese tiempo quedan de manifiesto nuestros lazos, ataduras, deseos,
pertenencias, amores… nuestras opciones fundamentales.
¿Qué, quiénes señalaron el rumbo de
nuestros zapatos?
Algunos se dejaron conducir, eligieron,
complacer a su Yo en todo lo posible, otros discernieron junto a su Familia,
otros decidieron junto a sus Amigos. Unos fueron condicionados por el Dinero, en
cuanto a trabajo, gastos ya sea pensando en si mismos o en otros. Algunos
dialogaron con su Dios los proyectos y realizaciones.
¿Qué zapatos usamos y dónde y con quién nos
descalzamos?
No en todo lugar nos vestimos de la misma
manera y no con toda persona nos manifestamos como realmente somos. Una mirada
de enero nos puede revelar huellas de lo que busco y de quien quiero ser,
recordando los lugares en que estuvimos y como estuvimos en ellos. Es humanizante
tener espacios y personas donde podamos estar descalzos...
¿Por dónde queremos que anden nuestros zapatos
en lo que resta del año?
Lo bueno de los zapatos que se puede
“cambiar”, se puede cambiar la pisada, se puede cambiar la dirección del caminar.
Muchas veces no podemos cambiar el entorno ni a los otros, pero siempre podemos
cambiar nuestra manera de dejar hullas, de relacionarnos.
Nacho (Semanario Tribuna Popular- Río Branco)
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