“Los vecinos se encuentran para compartir y reflexionar
sobre los desafíos de una comunicación evangelizadora
al servicio de la cultura del diálogo y del encuentro”.
En el camino de una valiosa tradición, en la ciudad de Melo, Uruguay, nos hemos reunido 52 delegados de tres diócesis de Argentina, seis de Brasil, una de Paraguay y tres de Uruguay, junto a nueve de nuestros Obispos, en el XXIX Encuentro de Diócesis de Frontera.El continente y la región, a pesar de sus contrastes, se van configurando como un rincón dentro de la “aldea global” gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías de comunicación. Sin embargo, se nos hace difícil entrar en una relación interpersonal más profunda y cercana. Con dolor comprobamos que en la región continúan rupturas, desconfianzas y distancias entre sectores. Las puertas de la educación y de las tecnologías de punta se abren fácilmente para unos y se cierran para muchos otros que quedan del otro lado, recibiendo sólo las migajas de la sociedad del espectáculo y la exclusión.
Frente a esta interpelante realidad, los medios de comunicación social pueden ayudar poderosamente a acortar las distancias con mensajes personales, afectivos, concretos, breves y a entrar en un diálogo que impulse la solidaridad y la fraternidad universal queridas por Dios, promoviendo así una vida más digna para todos.
Inspirados en el texto:“Todos les oímos hablar en nuestras propias lenguas las maravillas de Dios” (Hch 2,11) nos sentimos impulsados a promover una cultura del encuentro y del diálogo, que nos compromete a descubrir y hacer del “otro” un amigo, con quien se puede iniciar un diálogo, a quien se respeta y con quien se quiere contar para construir puentes que acerquen en lugar de muros que separen.
El diálogo nos exige estar dispuestos a escuchar y a aprender unos de los otros. Son exigencias que pueden parecer “desmesuradas”; pero son liberadoras, ya que nos comprometen a poner la mirada y el oído en los sueños, deseos y afectos que palpitan en nuestra gente.
Así podremos discernir los signos de los tiempos en fidelidad al Espíritu, por cuanto “el interés y la presencia de la Iglesia en el mundo de la comunicación son importantes para dialogar con el hombre de hoy y llevarlo al encuentro con Cristo: una Iglesia que acompaña en el camino sabe ponerse en camino con todos. En este contexto, la revolución de los medios de comunicación y de la información constituye un desafío grande y apasionante que requiere energías renovadas y una imaginación nueva para transmitir a los demás la belleza de Dios” (Mensaje del Papa Francisco para la 48º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales).
Agradecemos especialmente a los medios que nos permiten anunciar los valores del Evangelio a nuestros pueblos y a los comunicadores que se comprometen en esta misión. Para todos ellos imploramos la bendición del Dios de la Vida. Nos encomendamos a Nuestra Madre María, quien nos ofreció a Jesús, el más fiel comunicador del Padre.
Participantes de los siguientes países y diócesis: Argentina: Diócesis de Concordia, Goya, Morón. Brasil: Diócesis de Bagé, Chapecó, Pelotas, Rio Grande, Santo Ângelo, Uruguaiana.
Paraguay: Diócesis de Encarnación. Uruguay: Diócesis de Melo, Salto y Tacuarembó.
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