miércoles, 21 de mayo de 2014

" SI USTEDES ME AMAN... "

     No hace mucho tiempo un hombre andaba bastante perdido. Si bien en lo laboral no le iba tan mal, tenía heridas del pasado y en el presente afectivamente su vida era un caos… Los días, los meses del año pasaban en un clima de aburrimiento, por lo cual las adicciones: el alcohol, el cigarro y el internet  se habían apoderado de este amigo.
    Desde su trabajo hasta su casa recorría unas veinte cuadras diariamente. Cada tanto se cruzaba en el camino con alguien pidiendo una limosna. Una tarde, después de las ocho horas correspondientes de trabajo ocurrió algo novedoso para esta persona.
    Una madre se acerca con su hijo y le pide dinero para comprar alimentos. Este se detiene, saca unos cambios de su bolsillo y se los da. La mujer se lo agradece con un tono de voz lleno de ternura y una sonrisa en sus labios. Nuestro amigo recibe todo aquello y mira al niño. Preguntándole
 - ¿Y tú que quieres?
 – Amor, dijo el pequeño.
    Después de un breve silencio, que se hizo sentir eterno…  sin palabras para continuar el diálogo, sintió el deseo interior de tocar al niño. Quizás la inseguridad, los nervios lo pusieron muy incómodo… continuando la marcha.
    Como todas las noches en la soledad de su apartamento, prendió la tele.  Mirando sin prestar atención, bebiendo sin saborear. El rostro de la mujer y el pedido del niño estaban presentes en su mente. Se acostó sin la ducha  y la cena acostumbrada. Duplicando la dosis de pastilla para dormir. En toda la noche no pudo descansar…

    A la mañana siguiente y en los días siguientes se levantaba con el propósito y lo cumplía de comprar algo de alimento y algún dulce para compartir al final del día con aquella madre y su hijo. La relación fue creciendo con el tiempo, lo que los llevó a  estar más tiempos  juntos en aquella esquina. Entre los adultos las vidas se fueron compartiendo. Y entre nuestro amigo y el niño los gestos y los juegos eran signo de mutua  confianza.

    Una tarde, al salir de su trabajo el hombre es atropellado por un vehículo que le provocó muchas heridas graves dejándolo inconsciente. Luego de unos días en el CTI, volvió a despertar. El médico le informó de lo ocurrido y de cómo se había salvado por milagro. El preguntó: 
-¿Cuánto tiempo tendría de internación? 
A lo cual le respondieron que si cumplía con lo indicado, particularmente con la fisioterapia saldría pronto.
Una mañana el médico lo vino a felicitar por el empeño que ponía para ponerse bien y por la buena relación con los demás enfermos y el personal de servicio. En tono familiar el profesional le comentó: 
“- Se nota que su Espíritu
 lo impulsa a ponerse bien para salir de aquí
 y encontrarse con alguien que Ama”. 
– Si, por supuesto,
 respondió nuestro amigo con un tono de voz lleno de ternura y una sonrisa en sus labios.
A lo cual el médico agrega
 – Enseguida del accidente 
se presentó en emergencia una mujer muy pobre con un niño
 preguntando por usted.
 Misteriosamente usted necesitaba inmediatamente de una transfusión de sangre.
 Por lo cual le preguntamos a la señora si era familiar y dijo que Sí. 
Le planteamos el problema y  ella dijo sin demora estar dispuesta a ser donante.
 Milagrosamente coincidió el tipo de sangre.
 Esa mujer le salvó la vida. 
Y el niño le dejó uno unos dulces…”

   La palabra bíblica  de este fin de semana nos presenta a Jesús proponiendo a sus seguidores el modo de encontrar el camino de una vida con verdadero sentido. 
“Si ustedes me Aman cumplirán mis mandamientos.
 Y yo rogaré a nuestro Padre para que les del Espíritu Verdadero”.
 No me verán… pero si me Aman, serán amados por mi Padre,
 y yo les amaré y me manifestaré a ustedes”. 
(Juan 14,15-21)
Nacho


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