El
Gran Arquitecto del Universo hizo al hombre
con dos orejas y una boca;
para que escuche el doble de lo que
habla.
(Proverbio Chino)
Sin duda que muchos de nuestros errores y
dolores tienen que ver
con no haber escuchado bien, o no poner
en práctica lo escuchado.
Ya todo esto lo hemos escuchado alguna
vez pero
- ¿Cómo
mejorar nuestra escucha?
La Pascua ya había sucedido, sin embargo algunos discípulos estaban caminando
hacia un poblado llamado Emaús muy disilusionados. Se acercó otro peregrino
interesándose por sus preocupaciones. Luego de escucharlos les hizo el anuncio
desde las escrituras. Ellos, lo escucharon pero no lo entendieron. Al llegar a
la casa lo invitaron a quedarse con ellos y a compartir el pan.
El peregrino que se
acercó escuchando, que caminó con ellos, que les explicó las escrituras, que
aceptó la invitación a compartir la casa y la mesa: tomó el pan lo bendijo, lo
partió y se los dio. Entonces los
ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron… En ese mismo momento se
pusieron en camino a contar lo sucedido a los demás ( Lucas 24, 13-35)
Los discípulos que caminaban
a hacia Emaús no habían escuchado bien a Jesús cuando este les había hablado de
la Pascua. Tampoco habían entendido a los profetas. Dios pacientemente quiere
seguir caminando junto a ellos, por más que estos se han apartado del grupo.
La primera actitud del misionero enviado por Dios es la aproximación en actitud de escucha, el interés
por las preocupaciones de los desilusionados. Recién después les recuerda las
escrituras. Pero ni así estos comprenden. Pero ellos sin creer son capaces de
ser solidarios, compartiendo el techo y el pan. Y es a partir de ese gesto
solidario propio que lo reconocen a Jesús.
Entonces
¿cómo mejorar nuestra escucha?
– Siendo abierto a los encuentros,
siendo escuchados, siendo solidarios.
¿Cómo hacer el anuncio Pascual?
– Acercándonos a los desilusionados, a los que se han alejado,
y si ellos nos
reciben interesarnos por sus preocupaciones.
Y si ellos tienen gestos de
solidaridad ,
señalar que ahí está el Dios Viviente.
Dios se hizo carne, se hizo hombre
y Dios sigue presente en los hombres por lo tanto la cercanía, la acogida,
la escucha, la solidaridad son cosas de Dios por medio de los hombres. Nuestra
fe son palabras hechas obras.Nacho
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