En estos días hemos escuchado a una abuela decir: -“Que
difícil es ser madre hoy”. Contando que antes los amigos de los hijos e incluso
los primeros amores se encontraban en la puerta de la casa o en una fiesta
familiar. Hoy, agrega la abuela, los padres no conocen los amigos ni los
enamorados de sus hijos. A lo cual se le ha agregado que esos amigos y esos
amores entran al cuarto del hijo sin pasar por la puerta debido a la conexión
de internet.
Creemos que todo invento y transformación en lo cultural
siempre tendrá su parte positiva y la otra negativa, siempre dependerá de cómo
nos situamos ante lo nuevo. Y a veces es necesario un tiempo de aprendizaje con
los respectivos errores que son parte de la maduración.
Jesús dijo:
Les aseguro que quien no entra por la puerta del
corral de las ovejas,
sino trepando por
otro lado, es un ladrón y un asaltante.
El que entra por la puerta es el pastor
de las ovejas…
El ladrón viene para robar, matar y destruir.
Pero yo he venido
para que las ovejas tengan vida
y la tengan en abundancia.
(Juan 10,1-10)
Hoy en día se nos presentan muchos modelos de humanidad,
tanto para los jóvenes como para los no tan jóvenes. Los cristianos tenemos una
referencia humana que es Jesús. Y él con su vida y sus palabras nos dejó un
camino que podemos elegir recorrer.
Jesús había construido una manera de Ser en la que los más pobres y pecadores sentían que se
podían acercar a Él. Percibían que este ser humano los iba a recibir, a
escuchar y ayudar. Jesús dejaba que se acercaran a Él, se dejaba tocar incluso
por los considerados impuros. Otra clave de su humanidad fue la elección de
estar y transitar por los caminos de Galilea, es decir acercarse a los lugares
donde estaban los excluidos. Todo esto se dio en el tiempo, recién de una
maduración de años fue que “se presentó como el que era y algunos lo
reconocieron como tal”. (Juan 10,1-10)
Quizás el regalo que le hace Jesús a toda madre, a toda
persona humana, en primer lugar nos regala su Amistad. Está siempre dispuesto a
recibirnos tal cual somos, está siempre disponible para escucharnos, y como
buen pastor nos puede perdonar, sanar y reintegrar al rebaño.
Creo que otro regalo de Jesús para todas las madres, para
toda persona que quiera amar a los demás, es su ejemplo de crecimiento personal
y su modo de relación con los más necesitados y los poderosos. Jesús se tomó su
tiempo para crecer, para madurar. Y esto es un deseo para toda persona humana,
el deseo de que tenga un tiempo especial en la vida, dedicado al cultivo de si
mismo, siempre pensando en el servicio a los más débiles. Esto se puede dar en
cuanto a estudio, trabajo, conocimiento, alimentación, tiempos de formación y
oración, ese tiempo dedicado a mi mismo puede ser de gran valor al momento de
la entrega. Jesús nos habla como a un rebaño, porque el ser humano es y madura
en relación con otros seres humanos.
Creo que el mejor regalo que una madre le puede dar a sus
hijos, también un padre, un maestro, un amigo es :
Ser de tal manera
que el otro
sienta que se puede acercarse siempre,
sienta que podrá ser recibido y
escuchado sin juicios,
sin castigo de manera comprensiva, esperanzadora y
alentadora.
Nacho
No hay comentarios:
Publicar un comentario