miércoles, 7 de mayo de 2014

"Yo he venido para que las ovejas tengan vida y la tengan en abundancia" Jesús


 En estos días hemos escuchado a una abuela decir: -“Que difícil es ser madre hoy”. Contando que antes los amigos de los hijos e incluso los primeros amores se encontraban en la puerta de la casa o en una fiesta familiar. Hoy, agrega la abuela, los padres no conocen los amigos ni los enamorados de sus hijos. A lo cual se le ha agregado que esos amigos y esos amores entran al cuarto del hijo sin pasar por la puerta debido a la conexión de internet.
Creemos que este cambio cultural en cuanto a los relacionamientos, especialmente en las ciudades que van en crecimiento y por medio de la comunicación electrónica no es solo un cambio de relación entre padres e hijos, sino también entre esposos, amigos, novios…
Creemos que todo invento y transformación en lo cultural siempre tendrá su parte positiva y la otra negativa, siempre dependerá de cómo nos situamos ante lo nuevo. Y a veces es necesario un tiempo de aprendizaje con los respectivos errores que son parte de la maduración.
Jesús dijo: 
Les aseguro que quien no entra por la puerta del corral de las ovejas, 
sino  trepando por otro lado, es un ladrón y un asaltante. 
El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas…
 El ladrón viene para robar, matar y destruir. 
Pero yo he venido para que las ovejas tengan vida 
y la tengan en abundancia. 
(Juan 10,1-10)
Hoy en día se nos presentan muchos modelos de humanidad, tanto para los jóvenes como para los no tan jóvenes. Los cristianos tenemos una referencia humana que es Jesús. Y él con su vida y sus palabras nos dejó un camino que podemos elegir recorrer.

Jesús había construido una manera de Ser en la  que los más pobres y pecadores sentían que se podían acercar a Él. Percibían que este ser humano los iba a recibir, a escuchar y ayudar. Jesús dejaba que se acercaran a Él, se dejaba tocar incluso por los considerados impuros. Otra clave de su humanidad fue la elección de estar y transitar por los caminos de Galilea, es decir acercarse a los lugares donde estaban los excluidos. Todo esto se dio en el tiempo, recién de una maduración de años fue que “se presentó como el que era y algunos lo reconocieron como tal”. (Juan 10,1-10)
Quizás el regalo que le hace Jesús a toda madre, a toda persona humana, en primer lugar nos regala su Amistad. Está siempre dispuesto a recibirnos tal cual somos, está siempre disponible para escucharnos, y como buen pastor nos puede perdonar, sanar y reintegrar al rebaño.
Creo que otro regalo de Jesús para todas las madres, para toda persona que quiera amar a los demás, es su ejemplo de crecimiento personal y su modo de relación con los más necesitados y los poderosos. Jesús se tomó su tiempo para crecer, para madurar. Y esto es un deseo para toda persona humana, el deseo de que tenga un tiempo especial en la vida, dedicado al cultivo de si mismo, siempre pensando en el servicio a los más débiles. Esto se puede dar en cuanto a estudio, trabajo, conocimiento, alimentación, tiempos de formación y oración, ese tiempo dedicado a mi mismo puede ser de gran valor al momento de la entrega. Jesús nos habla como a un rebaño, porque el ser humano es y madura en relación con otros seres humanos.
Creo que el mejor regalo que una madre le puede dar a sus hijos, también un padre, un maestro, un amigo es :
  Ser de tal manera
 que el otro sienta que se puede acercarse siempre,
 sienta que podrá ser recibido y escuchado sin juicios,
 sin castigo de manera comprensiva, esperanzadora y alentadora.

Nacho

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