DETENERNOS
Hoy domingo amaneció friooooito por este sur. Comenzamos cada celebración dando gracias, por la compania del “ponchito de los pobres”, el padre sol. Muy concurridas estuvieron las misas de la mañana, particularmente por la presencia de los niños y familiares que el mes próximo celebraran su Bautismo. Incluso un grupo de jóvenes nos embandero el templo al venir a rezar por un amigo fallecido en las competiciones de cuatro por cuatro.
Los recibimos señalando que “aquí y ahora” se ponía en práctica
la Palabra de Dios. Jesús nos invita a acercarnos a su Amor y nos ofrece una
vida mejor. Al venir a presentar estos niños y venir a rezar por un amigo “Buscamos
a Dios” y El lo primero que nos regala es “su perdón”. Qué hermoso seria que en
cada misa pudiéramos experimentar la infinita misericordia de Dios… Y quien se
siente Amado, Perdonado se transforma poco a poco en una persona mejor.
Dios nos pide solo eso: “que dediquemos un poco de nuestro
tiempo a dialogar con El, a dejarnos abrazar por su ternura, a dejarnos iluminar
por su luz… que nos dará paz interior y nos guiara por el camino de la Verdad y
la Justicia”. Dios mismo nos quiere regalar su Espíritu. Un Padre Madre que
nunca se impone, ni nunca castiga, por eso respecta mucho la “libertad de
nuestras acciones” siempre, siempre dispuesto a darnos su Amor si lo buscamos.
Es bueno aprender de la naturaleza:
"hay un tiempo para cada cosa,
un tiempo para nacer y otro para transformarnos,
hay tiempos para madurar y otros para dar fruto,
hay tiempos para crecer y otros para echar raíces…
Hasta los pájaros del campo “vuelan y se posan, para volver a volar”.
Por eso es bueno “detenernos un poco”
para contemplar la historia,
para conectarnos con lo profundo de nuestro ser,
para acercarnos y palpar la fuente del Amor.
En casa queda la estufa pronta para ser encendida al
regreso, queda mi mama, quedan ustedes… me voy de retiro al Cerro del Verdun en
minas por una semana. Seguro nos estará esperando otra estufa a leña, otras
personas para ayudarnos a encontrarnos con Dios y con nosotros mismo.
Según nuestra
Espiritualidad “retirarnos no es escapar ni olvidar la realidad, es justamente
lo contrario: meternos en profundidad en la realidad y llevarla a la oración”.
Por lo tanto en estos días “no me sentiré desconectado de ustedes ni del mundo y si estaremos más unidos que nunca”. Pondré
vuestras alegrías y dolores, vuestros sueños en manos de Dios, pero también les
pido que “me acompañen con la oración, que nos acompañen a cada uno de los
curas y diáconos, si experimentamos su Amor podremos acompañar a otros a que se
encuentren con su Amor”.
La mochila esta pronta para el viaje. Es la misma que me ha
acompañado en tantos viajes, en tantos encuentros, y también en tantos
desencuentros ya que muchas veces me he equivocado y otros se ha equivocado
conmigo. Ahí llevo todo, los llevo a todos. Si algo he tenido la gracia de
aprender en esta vida es que “el corazón es un musculo cambiante, que lo
podemos desarrollar o achicar. Que tiene una capacidad infinita de acoger
personas y todo lo creado. Que cuanto más lo abrimos para que otros entren
mejor amamos concretamente a cada uno a cada ser. Quien cierra sus puertas, quien
selecciona, quien no tiene tiempo para Amar se empobrece, e incluso puede
enfermarse de posesión, de miedos, de negativismo, de violencia, de soledad… de
falta de Amor. El mal espíritu nos tenta a llenar nuestro corazón de cosas
materiales, de mascotas, viajes o a privatizar nuestro amor… cuando nos dejamos
envolver por ese espíritu nos olvidamos o nos separamos del prójimo, del que
tiene olor feo, del diferente, y cuando no hay lugar para Ellos se nos achica
el corazón, nos alejamos de Dios en Ellos.
Una Madre siempre dará de comer a sus hijos si se lo piden.
El Gran Colibrí, esta dispuesto a alimentarnos si se lo pedimos. A eso voy, a eso
vamos, a buscar “nuevo alimento”, para
crecer y para darme, saborear para tener mejor sabor.
Les confieso que voy
como nunca a este retiro. Voy feliz por muchas cosas. Entre ellas voy feliz por
lo vivido el ultimo tiempo desde el sentirme parte de una humanidad que se
humaniza, aunque los pájaros malagueños, los carentes de amor digan otra cosa,
si estoy feliz de que me hayan regalado vivir en este momento histórico que nos
permite estar mas o menos comunicados con las penas y los logros de todos.
Ninguna mañana nos falta razones para despertar y querer amar. Ninguna noche
nos faltan “fotos” del día de agradecimiento o pedido. Quien se conecta consigo
mismo, con la fuente de la Vida y el Amor se siente parte de algo inmensoooo.
Voy feliz de llevar a
tantos de ustedes conmigo, de tanto Amor recibido, e incluso contento de poder
rezar por los que no me quieren… es la mayor gracia, es verdaderamente
liberador y sanador.
Voy contento porque también después del Verdun nos
encontremos en Galilea, en Casabo de Montevideo, con un grupo de Amigos a
compartir el mate, los abrazos, la palabra, las heridas, los sueños, otro gran retiro…
Aprendiendo del Colibrí mayor hemos ido creando estos espacios de “encuentro”
en el verano en los campamentos Teológicos, en casas, esquinas y cada tanto con
una convocatoria gratuita en algún lugar de la patria grande… También con las
Comunidades de Base el día siete nos
retiramos en Melo. Todo esto me pone feliz, al sentirme parte de “un gran
pueblo que busca un mundo mejor y entre Ellos algunos buscamos aportar desde la
fuente de la humanidad: su creador, acompañante y final …
Reitero algo que considero fundamental: cuando nos acercamos
a Dios, nos acercamos a la humanidad y por lo tanto en estos días estaremos más
comunicados que nunca…
Un abrazo Nacho
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