LA FIESTA DEL NIÑO EN POBLADO URUGUAY, nos dejo ver que hay una pequeña comunidad, trabajando junta, sumando sus
diferencias, con el deceso en este caso «que los más pequeños crezcan bien».
EL DOMINGO DE SOL, el fin de semana
pasado, en la comunidad de la Inmaculada y San José obrero en Río Branco
hicimos presente a unos cuantos seres queridos fallecidos, creyendo y rezando
por su nueva vida junto a Dios. Además
dimos gracias a la vida, festejando los cumpleaños de Agosto de cada una, de
cada uno, de las comunidades. Con bendición, con el emotivo que los cumpla
feliz y el aplaudido apagar la velita.
EN LA TARDE DE SOL, fuimos a celebrar
como todos los primeros domingo del mes a la comunidad de Poblado Uruguay,
donde fuimos gratamente sorprendidos. La comunidad de mujeres, apoyada por
algunos varones desde su casa, tenía preparada la fiesta del día del niño.
LA FIESTA, comenzó con un
tiempo gratuito de los niños para jugar. Divertirse libremente corriendo,
saltando, riendo. Los adultos hacían los últimos preparativos y se ponían al
día en las noticias del vecindario, del mundo, sobre salud y demás…
PALABRA DE DIOS, el segundo
momento, a la hora que estaban todos, pasamos a la capilla a celebrar la
eucaristía. La palabra bíblica nos hablaba de «no temer pequeño rebaño y
preocuparnos y ocuparnos de la construcción de un mundo mejor, del Reino de
Dios, mas allá de las distintas religiones, distintas posturas políticas y distintas
maneras de ser. Teniendo presente la gran verdad: que somos administradores de
la vida pero no dueños, y que debemos de estar preparados porque en cualquier
momento volvemos a la fuente de la vida».
PARA LOS ADULTOS, la interpretación
que le dimos fue: que si bien es justo y necesario buscar un salario justo por
nuestros trabajos, lo fundamental es hacer por amor y no por interés solamente.
En ese día, agradecimos a Dios por el beneficio de la rifa en la escuela, por
la familia que aporto el premio «una vaquillona», por todos los que
colaboraron. Agradecimos por cada una
de las presencias y por los que prepararon la fiesta del
día del niño. Todo aquello que hacemos
con gratuidad y amor agrada a Dios, especialmente cuando los participantes los
beneficiados son los más débiles, los niños, los pobres.
PARA LOS NIÑOS, el mensaje bíblico
fue recordar que: LOS NIÑOS, no son un recipiente vació al cual hay que meterle
educación, moral, espiritualidad. Cada niño es un «deseo» de Dios… es como una
semilla única, diferente, que la tenemos
que amar, respectar, descubrir, conocer, cuidar, regar, para crezca y SEAN
ELLOS MISMOS EN BIEN DE TODOS.
EL PAN EL VINO Y LOS CARAMELOS, a su momento hicimos el signo
sacra-mental de compartir la mesa como hijos del mismo Dios, recibiendo el
cuerpo de Cristo en forma de pan y de vino. Los más chiquitos, los que aún no
hicieron la primera comunión se alegraron con caramelos.
LAS FOTOS, LA TORTA, LOS REFRESCOS, continuaron la fiesta. Sin olvidar que lo más importante fue ENCONTRARNOS.
Estar juntos sin necesidad de grandes y caras cosas. Cada cual poniendo parte
de sus pescados y peces, vivimos una fiesta realmente cristiana.
VERDADERA Y
PROFUNDA FELICIDAD A la tardecita los
niños seguían saltando y corriendo, quedando en nuestro corazón la verdadera
alegría de haber festejado su día de manera comunitaria, sumándose la alegría
de las mujeres que prepararon la fiesta. Esa alegría de hacer algo en comunidad
en bien de todas y todos los más pequeños que quisieron estar.
Nacho
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