sábado, 20 de agosto de 2016

MISA COMUNITARIA- FIESTA LLUVIA


 JUEVES 18 DE AGOSTO 2016, alguien me recordaba que el jueves es el día en que se celebra la última cena, y hoy 18 celebramos los 20 años de la misa de ordenación sacerdotal en el Teatro de Verano de Melo.
Victoria y Gonzalo fueron los que me despidieron en la terminal de tres cruces a las 0.30 y después  comenzó el andar. Otro signo “la vocación el gusto por la intinerancia”. Llegando a Melo descansamos una hora, mateamos, repartimos los diarios y partimos con mi mama hacia Rio Branco. A los cuatro quilómetro casi se nos incendia el auto. Una humareda del motor nos asusto y nos hizo detenernos.
Esperando el mecánico el cual soluciono el problema de cables, reflexionamos sobre la vida “es un don”.  La amistad con la hermana muerte, nos hace más comprometido con la vida… El creer en algo más nos da libertad ante las cosas, las personas, ante los años, ante nosotros mismos… y da sentido a la entrega.
EN RÍO BRANCO, unas horas de trabajo, almuerzo, apoyo a los preparativos y una siestita… Es bello tener un corazón habitado, en todo el día, especialmente contemplando la naturaleza en el viaje, se hicieron presente recuerdos y personas. Me gusta esa imagen de que el corazón es un espacio que se puede dilatar, teniendo lugar para cada uno, para todos. Mas lugar hay cuanto menos cosas materiales se posee.
EL HERMANO SOL, de la tarde permitió la reunión de catequistas en el patio, lo pastoral es parte de este caminar. Nos fuimos sorprendiendo con la llegada de personas esperadas y otras que nos sorprendieron. Unos cuantos eligieron “dejar algo” para estar… Gracias.
LA REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO, la compartimos escrita: HE INTENTADO AMAR Y ME RECONOZCO MUY AMADO. Estoy aprendiendo con errores, por lo tanto la paciencia, la misericordia, la FE de Dios y del prójimo hacia mí, ha sido FUNDAMENTAL, y  seguirá siendo necesario ese Amor. Son 20 años que no me hacen más fuerte y si me hacen reconocerme  MAS PEQUEÑO, parte de un todo, necesitado de otros, EN MANOS DE DIOS. Gracias. La salvación no pasa por ser malos o buenos, ni por una u o otra creencia religiosas, somos salvados si aceptamos su invitación, si estamos dispuestos a sentarnos con TODOS, los que  EL quiere invitar a su mesa. La infinita misericordia de Dios es para TODOS, es un regalo, pero no se impone. Por lo tanto ante Dios tenemos que estar dispuesto a dejarnos amar, dejarnos perdonar.  Creer en Dios, es creer en su Amor, sin merecerlo, para cada uno de nosotros y para TODOS los demás. (Mateo 22, 1-14)
LA HOMILÍA fue compartida, centrada en el sacerdocio ¿Cómo lo deseamos? Primero pensando en los curas y después recordando que TODOS somos sacerdotes por el bautismo.  Fue otro signo la participación, el asentó que se puso en lo humano. Como lo es la autenticidad, la sencillez, la humildad, la cercanía, el ser persona de esperanza, mística.…
LA CONSAGRACIÓN, es uno de los momentos inexplicables. Ese momento frente al pan y el vino, invocando el espíritu, pronunciando las palabras de Jesús, en estos veinte años SIEMPRE  ha sido un momento profundamente trascendente. A su vez el instante siguiente de silencio me emociona. Quizás me recuerda desde donde fui elegido para este humilde servicio. En particular  que “es para el perdón de los pecados”, me toca lo mas intimo y me hace agradecido de poder ser instrumento de esta “buena noticia”.
LA ACCIÓN DE GRACIAS, fue agradeciendo cada una de las presencias, haciendo presente a los que estaban desde otro lugar y presentando a una gran amiga: La SOLEDAD.  A lo que se sumo unas palabras venidas de la parroquia el Buen Pastor de Melo, que me hicieron brotar lágrimas de agradecimiento. Continuando la celebración con una bendición final que nos regalo Dios por medio de toda la comunidad. Cantamos “Y llegara un nuevo día, un nuevo cielo, una nueva tierra, un nuevo mar, en ese día los oprimidos su libertad proclamaran…” y culminamos con los abrazos de paz.
FIESTA, otro signo, la FIESTA LLUVIA, que para mí siempre es lo más evangélico. Sin faltar las charlas, la torta, la gratuidad, el encuentro… Al final del día, el corazón rebosaba de nombres. Como se dice significativamente “estoy con las pilas bien cargadas”, para seguir caminando, siendo puente en manos del gran arquitecto, necesitado del mantenimiento y mejora de parte del pueblo, ESTOY DISPONIBLE. Siendo puente para servir a quien quiera pasar:
 del pecado a la misericordia, 
del dolor a la esperanza,
 de la confusión al horizonte, 
de la tristeza a la alegría,
 del yo al nosotros, 
del individualismo a lo comunitario,
de la uniformidad a la diversidad,
del mío a la solidaridad, 
de la esclavitud a la libertad…

Nacho

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