- Buenos días don Colibrí!!!
- ¿Como le fue en la noche de la nostalgia?
- Barbaroooooo !!!
- Se fue a la capital departamental, a Montevideo o a Punta del Este?
- Ja Ja Ja Ja, no soy mujer de dejarme llevar por la corriente, ni las luces.
- ¿Se quedo en casa?
- No, aún disfruto de ir a fiestas.
- ¿Se quedo en Rio Branco?
- Tampoco, por la tarde preparamos el bolso con el mate, nos tomamos el ómnibus y nos fuimos a Lagunear.
- ¿Así que la nostalgia la vivió en la arena mirando el lago?
- Si, hace mucho bien una tarde de silencio, para DAR UNA MIRADA POR DENTRO.
- Y que hizo?
- Justamente de eso se trata: DE NO HACER.
- Nosotros anduvimos en un encuentro y de algo de eso reflexionamos.
- Cuente don Colibrí.
- Algo que permanece en mi, es algo sobre Miguel Ángel, al cual le presentaron una piedra de mármol y el que veía más de lo visible dijo: «que maravilloso hombre, si le sacamos todo lo que le sobra»
- ¿Y qué sabiduría recoge de ese famoso escultor?
- A mí me dejo pensando: «estamos tan preocupados por tener más, porque otros tengan más, por conocer más...»
- Tiene razón amigo.
- Me pregunto doña natividad: ¿Sera que con MAS puedo SER, lo que realmente SOY? o quizás con más, más hay que cuidar, más hay que proteger, y se nos va la vida en los más...
- Totalmente de acuerdo con usted don Colibrí.
- Quizás es muy buena pregunta la de Miguel Ángel: ¿Qué me está sobrando?
- Así es, generalmente hablamos de lo que nos está faltando.
- Si, así fuimos educados y así educamos. Por cariño nos preguntamos unos a otros ¿Qué te está faltando? ¿Qué necesitas?
- A eso fui al Lago, para eso es bueno el silencio en soledad, para MIRAR LA CASA POR DENTRO Y HACER UNA LIMPIEZA.
- Abuela, nos vamos llenando de tantas cosas, de necesidades, de culpas, de deseos, que no nos dejan lugar para lo nuevo, para que brote lo de adentro.
- Yo quede más livianita después de unas lágrimas.
- ¿Y se regreso a Rio Branco doña Natividad?
- No amigo. Me fui a la fiesta en el Centro Comunal del Lago.
- ¿Y cómo estuvo?
- En una palabra: Bello.
- Cuente, cuente, abuela.
- Sin duda que hubo un trabajo previo muy bueno. Todo estaba bien limpio y bien decorado. Con una muy buena organización.
- ¿Era solo para los de la tercera edad? o ¿para jóvenes? y usted se coló.
- Eso fue lo distinto a otras propuestas de otros lugares. Acá era una FIESTA FAMILIAR.
- ¿Entonces no era necesario empezarla después de la media noche?
- Al brillar las primeras estrellas ya estábamos bailando.
- Que bien, eso le hace mucho bien al vecindario.
- Realmente hay que felicitar doblemente a las organizadoras. En el lago SE PUEDE
- Hay otra manera de hacer las cosas.
- Los que tiene ojos ven, los que tiene oídos oyen, pero también se necesita LIBERTAD, para cambiar.
- Y si no cambiamos, nos siguen saqueando de afuera…
Nacho
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ResponderEliminarEl 24 de agosto celebramos la Noche de la Nostalgia con música en vivo del Trío Lagunero y la participación en la batería del Mosquito .
ResponderEliminarLa entrada fue libre y gratuita, como siempre,pero se podía reservar mesa con consumición incluída.
El Local Comunal ,que gentilmente nos prestara la Unión de Vecinos, se llenó de bailarines y “mirones”; hubo gente que quedó sin poder entrar además de la “barra de afuera” que no ha faltado a ninguna de estas reuniones.
El servicio de cantina ofrecía productos caseros,de conocidos artesanos y reconocida calidad: la piza de Doña Laura, las empanadas de Doña Marta, los alfajores de Jeannette. La bebida era variada y aunque alguno se tomó hasta la fiebre el clima fue de camaradería y buen ánimo.
Los músicos alegraron la noche con temas de todas las épocas y algunos bailarines gastaron baldosa sin parar. Si se nos permite destacar alguno, la pareja de baile que formaron Daniel y la Polaca se llevó todos los aplausos.Bueno, todos no, muchos fueron para el desfile de ropa interior que realizó la Comisión de Mujeres Laguneras; el que se lo perdió, pida que alguien se lo cuente. Al avanzar la noche, se hizo el recambio generacional y bajó la edad promedio de los bailarines pero no el entusiasmo de los músicos ni la alegría de la reunión porque de eso se trató: la nostalgia se nos volvió alegría.
Antes y después fue el trabajo ( de quienes limpiaron el local y las sillas, decoraron, hicieron mandados, cocinaron, acarrearon sillas y mesas, atendieron la cantina, sirvieron las mesas) y la colaboración (de los que prestaron local, mobiliario, vasos, compraron tickets anticipados, donaron insumos), trabajo que fue otra forma de confraternización.
Ya estamos aprontando las ideas y las fuerzas para recibir a la primavera como se merece después de este invierno tan crudo.Esta vez habrá fiesta para los niños de tarde y de noche...¡que se apronten los músicos,las baldosas y la pluma de Doña Natividad