..... canto de Roberto, hermosa poesía que ahora estoy disfrutando en familia y que tuve el enorme privilegio de compartir en vivo con su voz y su guitarra.
Ya de vuelta , después de un viaje que en total lleva once horas, luego del reencuentro con mi nido, con mi lugar cotidiano, con amigos cercanos y lejanos, siento alegría en mi corazón.
El encuentro con los colibríes ha sido una vivencia profunda, de esas que generan huellas....que despiertan preguntas y también ofrecen respuestas.
Ese llegar tempranero y encontrarme inmediatamente integrada, sin distancias me adelantó que esos días iban a ser verdaderas perlas en mi vida. Y eso fueron.
Días de andar, de detenernos, de compartir, de dialogar, de contar, de escuchar, de comer y tomar mate.........de entrega al otro, a los otros, nuestro tiempo, nuestros sueños, la vida misma.
María, a quien siento como esas personas que han andado siempre en mi camino, aunque nos conocimos ayer, sus cuestionamientos que también son los míos, sus preguntas profundas, sus reflexiones que llevan a otras y a otras.......María michi.....sin saber de mí te estabas haciendo las mismas preguntas que me hago tan a menudo.
Y Nacho, con su pregunta del retiro....Jesús, ¿qué quieres de mí? Sabrías en tu interior y tu experiencia que es lo que le digo a Él cada vez que me detengo, cada vez que tengo que optar? ...
Y ahora veo que cuando las preguntas se repiten es porque las respuestas van cambiando, porque como nuestras aguas se mueven, nuestros caminos no son inamovibles, necesitamos la apertura al Espíritu para que nos vaya guiando, nos de ese "olfato" para ir caminando y descubiendo por dónde va el Reino, por dónde va Jesús.
Ahí en Rio Branco, en La laguna , en el campo, o en Melo, descubrí Evangelio y esa es la perla.
Por momentos me sentí como Tomás que necesitó ver las heridas para creer. Igual que él, necesité ir, estar, ver, para decir ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Síiiiiiiii, se puede!!!!!!!!!!
y entonces... Bienaventurada mi curiosidad, mi duda que dio paso a la experiencia de vivir, de volar, de crecer en la esperanza de multiplicar la hospitalidad, el abrazo, el consuelo, la amistad como levadura del Reino, porque de eso se trata , de empezar a disfrutar el gran banquete, ya desde aquí, desde el momento de nacer o de renacer. Agrandar la cancha, incluir, dar, abrirse, esas son algunas de las expresiones que traje en mi mochila.....
No existen palabras que alcancen para describir lo vivido, y entonces decido utilizar aquello por lo que Jesús vivió y luchó: El Reino.
Gracias Nacho, María, Romina, Roberto, Dora , Juan Antonio, Nora, Margarita, José Carlos, y más ................y más................
Raquel
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