miércoles, 10 de julio de 2013

El mal de aislar, aislarse, el bien de acercarse y unirse con el diferente

VER:
         En estos días se ha publicado mucho material histórico y testimonial sobre la dictadura cívica militar (agregaríamos según nuestra mirada: imperialista). Una de las preguntas que se escucha es ¿Cuál era la tortura más dura? Sin quitar la crueldad de la tortura física (sumarino, picana eléctrica, violación)... sin olvidar todo esto, algunos testimonios decían que una de las peores tortura era «la isla». Que consiste en aislar al detenido impidiéndole cualquier estímulo externo. No parece muy dañino, pero en una persona aislada por meses sin causa justificada provoca depresión y desorientación. Un persona en estas circunstancias comienza a oír voces, comienza a hablar con personas inexistentes y se mantiene agazapado en un rincón.
Los poderes que quieren dominar conocen bien «que la unión hace la fuerza y que la verdad, la justicia se construye con otros» por lo tanto «para dominar hay que aislar totalmente a las personas o grupos (lucha de clases, tribales, racismos, religiones, nacionalismos).

El esclavo es aislado, el que se esclaviza (ya que puede ser uno mismo el que se esclaviza de sí mismo, de alguien o de algo) va perdiendo vínculos, esto lo va desequilibrando afectivamente y psicológicamente.

ILUMINAR:
                      En tiempo de Jesús el gran imperio romano que dominaba la región, fomentaba el enfrentamiento entre diferentes culturas y religiones, «río revuelto ganancia de pescador/es».
Un doctor de la ley le pregunta a Jesús:
   -¿ Qué tengo que hacer para heredad la vida eterna?

Jesús le responde con otra pregunta
    -¿ Qué está escrito y que lees en la ley?

El responde -«Amar al Señor sobre todas las cosas y a tu prójimo como a tí mismo...»
    ¿ Pero quién es mi prójimo?

Jesús le responde con la parábola del Buen Samaritano.
   Un hombre que pudo ser de cualquier cultura o religión es golpeado y está caído en el camino, pasó un sacerdote y un levita lo vieron y siguieron de largo no era de los suyos. Pero un samaritano lo vio se conmovió, se acercó, se agachó, lo curó, lo subió a su propia montura, lo condujo a un albergue pagando para que lo cuidaran, siguió viaje comprometiéndose a la vuelta a pagar los gastos de la recuperación. ( Lucas, 10,25-37)

ACTUAR:
                 Todos nos identificamos con ciertas culturas, religiones, opciones políticas, instituciones deportivas. El fanatismo nos aísla y algunos que no nos quieren unidos fomentan la división y el enfrentamiento. Otros se unen pero más bien a nivel de dependencia con potencias o personas que al final deciden por ellos. El evangelio nos habla del prójimo, el próximo que está más abajo que nosotros sin importar las diferencias culturales o religiosas que tengamos con él. En estos días quedó claro que ciertos países europeos están dependientes de Estados Unidos, pero a su vez sirvió para ver como se han ido fortaleciendo los vínculos entre los países vecinos del continente sudamericano.
 En la parroquia estamos orgullosos de recibir en nuestros salones a los Alcohólicos Anónimos, los grupos de cooperativas de viviendas, a Uruguay trabaja y gremialistas. La libertad se va logrando , acercándonos, comunicándonos, sirviéndonos entre próximos diferentes...en eso consiste la salvación.
Nacho

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