EDITORIAL 1301
En todas las cosas de la vida hay personas que cuando hablan son más escuchadas por unos u otros, y hay otras personas que parece que nada importante tienen para decir.
Me ocurrió este lunes que venía doña Natividad de llevar las latitas de aluminio a vender en la ciudad vecina de Yaguarón y me dijo:
- Qué goleada el domingo hicimos los uruguayos.- Sí claro, respondí, pensando que era sobre el partido con Tahití en la Copa Confederaciones.
La señora continuó:
- Los brasileros que encontré están enojadísimos por el 9 a 1 que les encajamos.
Disimulé un poco la sonrisa pero confieso que pensé en la ignorancia de esta pobre señora. Ella se dio cuenta de mi incredulidad y afirmó:
- Sí, estos señores y señoras brasileños fueron los grandes perdedores el domingo.
Seguía yo pensando en el fútbol y le aclaré que sin duda los brasileños no querrían encontrarse en las semifinales con España y que estarían contentos con los resultados bastante lógicos que se dieron.
La señora -con la libertad que tienen los pobres- largó la carcajada.
- Le estoy hablando de otra cosa más importante que el fútbol. Los grandes perdedores del domingo fueron los dueños y funcionarios que se han enriquecido con las clínicas abortivas clandestinas, perdieron por el 90% al 10%. Estaban furiosos...
La señora me dejó sin palabras y agregó:
- Los grandes ganadores fuimos todos los uruguayos porque fue un acontecimiento democrático realizado con libertad y respeto, tanto por los que votaron como los que no lo hicieron.
Ella se dio cuenta que ahora sí le estaba prestando atención, porque los pobres son pobres, pero no son ni tontos ni bobos.
Completó: - Curioso Don Colibrí, que los presidenciales de los cuatro partidos políticos, algunos intendentes y alcaldes, más los obispos católicos y pastores de iglesias evangélicas votaron e invitaban a votar, y la mayoría del pueblo no lo hizo.
Doña Natividad me dejó pensando con su andar de recicladora, cruzando el puente a diario, muy cercana a la gente más pobre de nuestra sociedad fronteriza. Nos ponía como ganadores a todos los uruguayos y como perdedores a los que se enriquecen con los problemas familiares. Que sin duda son los mismos o muy cercanos a los grandes narcotraficantes, a los traficantes de personas, a los grandes empresarios capitalistas que sangran y matan la vida de los más pequeños para agrandar sus arcas.
Me dejó pensando que a veces me distraigo demasiado con el fútbol y pienso que mis contrarios son los hermanos brasileros, los italianos, españoles o peruanos.
Tampoco es aquel que le ha ido bien en el trabajo y compró un autito nuevo. Los grandes enemigos en nuestro país y en el mundo entero son los mismos que denunciaba Gervasio Artigas, «los que se aprovechan de los más infelices, los que lucran con la necesidad de los otros», que en definitiva explotan a su semejante.
La verdadera felicidad se vive con los otros y en particular con los más alejados; así lo comprobamos una vez más en la fiesta del domingo en Dragón, donde se dio el milagro de la multiplicación del chocolate y de las tortas fritas.
El Colibrí
carmenchu1977.blogspot.com comparto mi nuevo Blog mejorado para que puedan entrar, comentar y compartir, beso desde argentina Carmen
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