martes, 9 de septiembre de 2014

“Karu guasu. Entre encuentros y desencuentros los Ava-Guaraní y su representación y práctica del alcohol de los ‘Karai’.”


Tesis de Maestría defendida en diciembre de 2013
“Karu guasu. Entre encuentros y desencuentros los Ava-Guaraní y su representación y práctica del alcohol de los ‘Karai’.”
Fabrizio Martínez Dibarboure martinezgrundel@adinet.com.uy
Introducción
La investigación se llevó a cabo en dos Comunidades Ava-Guaraní, pertenecientes a la Capitanía de
Kaaguasu, del Municipio de Gutiérrez, Provincia Cordillera, Departamento de Santa Cruz, al sureste
de Bolivia. Se abordaron las comunidades de Ipitacito e Itaimbeguasu, para estudiar las representaciones y
las prácticas que los habitantes de cada una de ellas, tienen sobre el alcohol introducido por los “Karai”.
Se realizó un abordaje de tipo etnográfico. Utilizamos como técnicas de recolección de información la revisión bibliográfica, los antecedentes de investigaciones precedentes, las observaciones, los cuestionarios, las entrevistas y un diario de campo (donde día a día registrábamos nuestras impresiones) para analizar representaciones, percepciones, estrategias y prácticas.
La tutora fue la Dra. Oiara Bonilla, Museo de Antropología de Río de Janeiro, docente invitada en la Maestría en Antropología de la Región de la Cuenca del Plata.
Antecedentes
A nivel de investigaciones científicas precedentes, con respecto al estudio del “problema” del alcohol, queremos puntualizar que ya en el Primer Congreso Mundial de Mapa de la Ava rëta, elaborado por
un joven Ava-Guaraní.
Fabrizio Martínez Dibarboure – Tesis de Maestría “Karu guasu. Entre encuentros y… (288–292)
las Ciencias Antropológicas y Etnológicas, celebrado en Londres en 1934, llegaron a la evidencia de lo que “resultó ser un caso clásico de experimentación natural: una sola especie (Homo sapiens), una sola sustancia (el alcohol) y una gran diversidad de comportamientos” (Langdon 2005: 22, nuestra traducción1).
Contemporáneamente estudios etnomédicos2 realizados en Brasil con los Kaingang del Estado de Paraná (Kohatsu et Oliveira 1999), los Maxacali de Minais Gerais (Torreta 1997) y los Bororo de Mato Grosso (Quiles 2000), muestran un consumo elevado y generalizado de alcohol en población indígena (En: Ferreira & Coloma 2005).
Las investigaciones en el área de la Antropología de la Salud3, nos acercaron al problema del consumo de alcohol, desde otras miradas. Una investigación multidisciplinaria realizada por la Cruz Roja Suiza y el Ministerio de Justicia de Bolivia en el año 2006, nos dice que en Alto Parapetí (Departamento de Santa Cruz, Bolivia) perviven relaciones laborales servidumbrales en 26 haciendas, existiendo al menos 10 comunidades indígenas “cautivas”. A cambio de vivienda y alimentación, las familias trabajaban las tierras de los hacendados. Los patrones fían o venden con sobreprecio coca, alcohol, ropa usada, aceite y otros alimentos y de esta forma se genera una situación de endeudamiento permanente producto de una forma de explotación “paternalista” de mano de obra, situación que se da, también, en otras zonas de Latinoamérica (Geffray 1996, Bonilla 2005). Los trabajadores no pueden salir de las propiedades en tanto no paguen sus cuentas acumuladas, las que puede llegar a ser vitalicias e incluso heredarse4. Aunque el abuso de alcohol, en los indígenas de Bolivia no es un fenómeno nuevo, hay pocas investigaciones que lo aborden, aunque sí ha sido estudiado en otras regiones de América Latina, Norteamérica y Australia.
Resultados
Diversos autores nos refieren que en el siglo XVI los guaraníes se expandían por regiones subtropicales de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. También, actualmente, encontramos a los guaraníes en el noreste de Argentina, en el centro-oeste de Brasil, en ambas regiones del Paraguay y estuvieron en el norte de Uruguay. Es decir abarcan, geográficamente, una gran extensión de la Cuenca del Plata. Durante dos años, realizamos tres mboupara, es decir visitas, al chaco boliviano, en el marco del trabajo de campo5, estando en total un semestre por la Provincia Cordillera. Las estadías (setiembre de 2009, enero-febrero de 2010 y setiembre-noviembre de 2010), se realizaron de esa manera porque era lo que nos permitían nuestras circunstancias familiares y laborales, pero las mismas nos posibilitaron tomar “distancia” e ir decantando lo vivido.

Vemos así que, el alcoholismo corresponde al “mundo de lo masculino”, siendo el alcohol de los karai un componente diabólico en la segmentación familiar y comunitaria. Si bien se pueden emborrachar con chicha
difícilmente haya mayores problemas; en cambio las borracheras con alcohol originan muchas dificultades de violencia doméstica (tradicionalmente no sucede en la cultura guaraní) y otros problemas familiares y comunitarios. El guaraní que se emborracha con el alcohol del karai, por lo general adopta una postura de desprecio hacia su familia y comunidad, exteriorizando todo el odio sufrido y que tiene internalizado por siglos de opresión, comportándose como un karai que, bajo los efectos del alcohol, denigra a los suyos,
verbal y físicamente, dejando de hablar en guaraní y hablando en castellano cual si fuera un “patrón”…

Hay que tener en cuenta, fundamentalmente, lo que piensan las mujeres en las comunidades. Todas, también, unánimemente condenaron el consumo de alcohol y a la hora de las prácticas, salvo en las fiestas de navidad y en el arete guasu, suelen no beber alcohol.
Junto a la “visión” femenina, otros factores de protección que tienen los Ava- Guaraní, a tener en cuenta para contribuir a la prevención, es la unidad alrededor de la Asamblea del Pueblo Guaraní; la misma se inserta en la realidad actual del Estado Plurinacional de Bolivia defendiendo y promoviendo el modo de ser guaraní. Otro aspecto a considerar, es la muy alta estima que los comunarios tienen hacia la institución
escolar, de ahí que, desde la misma, se podría seguir fomentando el valor de la cultura guaraní, sobre todo en el consumo de su bebida tradicional como instrumento de unión e identidad.

Aparte del alcoholismo, producto de la transformación de los patrones de consumo en las comunidades, en las mismas se encuentran graves problemas de salud ligados a sus “costumbres”. Por ejemplo, las enfermedades más prevalentes como el Mal de Chagas (que afecta a toda la población) y los problemas respiratorios y gastrointestinales, que afectan particularmente a los niños, tienen mucho que ver con los estilos de vida y el entorno, en lo que respecta a viviendas inadecuadas (sus construcciones de paredes de tierra y techos de paja, se convierten en lugares propicios para cobijar a la vinchuca, que es el vector portador del Mal de Chagas), carencia de servicios de agua potable y red de saneamiento básica y, por último, los hábitos de higiene (como un sencillo lavado de manos previo a la ingesta de alimentos)… nos hacen recordar lo que estaba escrito en grandes carteles en las Postas de Salud: “ñanoi vaera teko röisa
ikavigue vae ndepope öi… la clave para una buena salud está en tus manos”...

El “abordaje sanitario”, de una persona con problemas de consumo de alcohol, lo tenemos que realizar desde un enfoque integral. Para el mismo, la Antropología tiene mucho para aportarnos, dado que “la
antropología (cuyo objeto científico es el ser humano y sus variedades diacrónicas y sincrónicas), contempla en toda su extensión la complejidad de la identidad que va desde lo biológico, lo psíquico, lo social a lo cultural… con un sentido muy denso para cada uno de estos dominios, ya que a su vez están compuestos
por múltiples elementos, categorías y según una enorme cantidad de condicionantes, ambientales, históricas y otras” (Romero 2007: 166).

Muchas veces, por las dificultades propias de los equipos de salud (como de cualquier colectivo humano), se nos desdibujan estos insumos. Aunque nos parezca algo sencillo, un adecuado acercamiento y una mejora
sustancial en la atención sanitaria, implica la capacidad de escuchar… eso nos aportó, fundamentalmente, la aplicación del método

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