Cuentan que en una isla en medio del océano habitaba un
grupo grande de náufragos que sobrevivía al hundimiento de su barco. Todos
soñaban con ser rescatados algún día. El tiempo fue trascurriendo, los años
fueron pasando. Algunos con gran inteligencia construyeron casas de piedras.
Otros se juntaron para mejor sobre vivencia. Y otros deambulaban por la isla sin
saber definitivamente que hacer. No faltando cada tanto algún suicidio de manera
diversa.
OPORTUNIDADES
Cuenta la historia que cada tanto pasaba un barco cercano
a la isla. Eran días, tiempos de gran alboroto en las familias, la comunidad.
Todo se movía por dentro. Estaba claro que todos querían subirse al barco que
los llevaría en camino a la libertad. Pero ante cada posible oportunidad que se
presentaba, las opiniones eran bien diversas.
Los sentimientos, los pareceres surgían en cada
náufrago de lo que iba dejando crecer en su
interioridad. Siendo también importante en las decisiones, "el lugar físico" donde cada uno habitaba y por los lugares que andaba: orillas, centro, valles, montañas... de aquella
isla. Y sin duda que también tenía peso en el discernimiento, la elección que se hacía para
dejar entrar al corazón a unos si y a otros
no...
DIFICULTADES
La dificultad para lanzarse al agua eran dos, que a la
mayoría los fue estableciendo definitivamente en la isla. La primera era
material y afectiva. Lanzarse al agua exigía desprendimiento. Libertad ante las
cosas materiales que daban cierta seguridad y libertad de los lazos de afectos
que se poseía. La segunda dificultad era poner la confianza en el lado personal y en que aquella realmente era una
barca que conducía a la libertad. Esto no se podía comprobar hasta no haberse
lanzado al agua y haberse subido a la barca.
SI o NO
SI o NO
Muchos decían que SI querían navegar hacia la libertad.
Pero sus pequeños logros o sus miedos a lo incierto los establecieron en la
isla. Lo misterioso de aquel grupo humano, es que algunos de aquellos que habían
sufridos unos NO existenciales o ellos mismo se habían negado a la vida, los
que se reconocían a sí mismo como atados a algo
o alguien, con miedo a lanzarse al agua… algunos de ellos son los que alcanzaron
navegar en el barco hacia la libertad.
SEGURIDAD o LOCURA
Para unos fue el coraje y la locura los que los
impulsó a dar el salto. Para otros fue la
verdad sobre su realidad, el sentirse débil y necesitado de otros, siendo la
suave brisa la que los impulsó. Estos quisieron
compartir con todos su libertad interior. Pero eran tan añejas las ataduras y
tan grandes los miedos a lo nuevo que sentían
los otros, que en una misma familia, en un mismo grupo, en una misma pareja,
algunos dijeron Si y otros No, a los dos caminos: vivir según el ego o
embarcados en el barco de Jesús.
(Mateo 21, 28 - 32)
Nacho
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