domingo, 5 de septiembre de 2010

San Carlos y el centro de niños


Nos despedimos de Edgardo en Camiri, cada vez las despedidas y los cambios se nos hacen más difíciles, por momentos nos invade esa soledad que acompaña a la itinerancia, pero que se consuela con el siguiente encuentro y con los seres queridos que nos alientan a seguir aún cuando nos esperan de vuelta.


Antes de partir hacia Santa Cruz nos encontramos con Jorge, el ahijado de Nacho y nuestro conocido de la Pastoral Juvenil de Uruguay. Con el compartimos un rico asado junto con varias voluntarias italianas que vinieron por estos lares a terminar sus tesis sobre temas relacionados a la salud. Recordamos anécdotas de nuestro pasaje por la PJ y, aunque cambiaríamos muchas cosas, sacamos lo bueno que ha sido para nuestro aprendizaje al caminar y los amigos que allí hemos conocido. Justo hoy estarán reunidos en la JNJ de Uruguay muchos jóvenes, rezamos por ellos y sus búsquedas.


Finalmente, con una escala en Santa Cruz de pocos minutos, llegamos a San Carlos muy temprano en la mañana. Tanto que no nos animamos a despertar a Gary y su familia para conocer nuestra nueva casa en este pintoresco pueblito. Por suerte parece que hemos dejado los frios invernales atras, pero en unos días más el clima templado se transformó en un calor agobiante y húmedo, en ese sentido estamos casi en un verano uruguayo.

Gary fue parte del grupo de migrantes de la diócesis de Tacuarembó-Rivera, antes llamado Norte-Norte, fue gracioso saber que ya nos conociamos pero no lo sabíamos. Revisando unas fotos viejas nos reconocimos en un cumpleaños de Leo, un amigo en común, y quien diría poder reencontrarnos 6 años después. Este vuelo nos vuelve a sorprender con los tejidos que crea.


Hace algunos años Gary vino a hacer una experiencia de voluntariado aquí en San Carlos, en el Centro de Niños Desnutridos del P. Luis, que ahora esta a cargo de las hnas. de la Providencia. Conocer a los niños es algo impactante, saber que a poca distancia de nuestro Uruguay existe una pobreza tal que hasta ahora únicamente aparecía en los documentales de África nos shockeo mucho. Me pregunto ¿Cómo es posible que en el país con más riquezas minerales de todos los países de América del Sur llegue a haber tal extremo de pobreza? Solo en un sistema donde el lucro vale más que la vida misma.


Entonces que lindo es encontrar en este vuelo personas como Gary, su esposa Sonia, las hnas del Centro, y tantas otras que dedican sus vidas a los más débiles entre los débiles, a los que hasta su propia familia desecha. Son la felicidad de esos niños, convencidos de que simplemente, y siendo tan simple me cuesta creer que sea olvidado, cada vida vale el riesgo y la entrega a fondo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario