sábado, 10 de septiembre de 2011

El camino del Amor es perdonarse las veces necesarias para poder perdonar

Después de haber andado mucho por el mundo, un gran pintor se acercó a un monje buscando consuelo.

El religioso le pregunta:

- Hermano ¿ Por qué estás triste?
- Es que ahora ya anciano, cuando me quedo a solas se me vienen a la mente todos los pecados que he cometido en mi existencia y entonces el silencio, la soledad, son como estar en un verdadero infierno.

- Muéstrame tus pinturas e identifica cada uno de los hechos de tu vida que habitan en tu mente con una acuarela (propuso el monje).
Juan (el pintor), habló una hora o dos de sus años de vida. Por supuesto que acentuando lo que él consideraba pecado y eran la causa de su angustia. Utilizó mucho los colores más oscuros.
Su cuerpo se fue inclinando y las lágrimas humedecían su rostro. El monje que escuchó sin interrupción después de un silencio dijo:

- Trae la que consideras tu mejor pintura y quítale cada uno de esos colores con los cuales has simbolizado tus vivencias.
Juan que esperaba un reproche del monje luego de la confesión, se sentía sorprendido por la propuesta que éste le hizo.
Su maravillosa pintura dejaría de serlo si le quitara los colores oscuros con los cuales se identificó más cuando recordaba su historia.
Estos colores eran los que daban realce a los colores claros. Un ejemplo real eran los grises de las sombras que permitían ver los resplandores de luz y las perfectas figuras humanas que el mismo había dibujado.
Pensando en la pintura le responde con mucha firmeza (ya que era considerado un buen pintor).

- Disculpe José (llamó al monje por su nombre) usted estará muy cerca de Dios , pero muy alejado del arte humano. No se da cuenta que cada color tiene un lugar en la pintura. Si quitamos uno solo de ellos perdemos la belleza del cuadro. Mire bien el porque brillan las estrellas en lo alto de ese paisaje.
Sonrió con una sagrada carcajada el monje y acercándose un paso más le habló diciendo:
- Juan, vete en paz hermano, ahora has entendido que es estar cerca de Dios.
Es mirarte a ti mismo y a los demás como nos mira el gran pintor.
Sabiendo que cada color de nuestras relaciones humanas pueden hacer algo maravilloso si lo ubicamos en el lugar correspondiente.
Las lágrimas de angustia se transformaron en lágrimas de liberación en la mirada de Juan. Que sintió a José como su hermano, a quién abrazo.
Escuchando una voz en su oído que le decía:
El camino del Amor es perdonarse las veces necesarias para poder perdonar; es comprenderse para comprender, y ver la integridad de la pintura. El mal la parcializa. El gran pintor no ha hecho nada ni a nadie con un solo color... Todo depende de la mirada. Y la mirada es la que le da el valor a la pintura, al otro ,a uno mimo...

(Mateo 18, 21-35)

CRIMPO: con ese horizonte del Reinado de Dios "aqui y ahora"
como "levadura en la masa"
Oculto a los sabios y a los que se tienen por entendidos...
Nos encontramos en Río Branco

COMER JUNTOS
de manera circular, sin excluidos
es la realidad Eucaristica...
 

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