lunes, 5 de septiembre de 2011

La Sagrada Risa, el Sagrado Pollo,la Sagrada Guitarreada,el Sagrado Silencio... desde Cochabamba- Bolivia

Les comparto una reflexión de un amigo uruguayo (nacido en Fraile Muerto), seminarista de los Misioneros Oblatos de María que actualmente se encuentra desde hace un par de años en Cochabamba. Cloe

        Como hace rato no escribo quiero solamente saludar a todos y todas desde Cochabamba, Bolivia, donde me encuentro en este momento y dejarles "algo" de lo vivido por aquí...

Algo de estas tierras… algo de mi…
Dice un libro que me gusta mucho pero que no lo entiendo muy bien, que las palabras y las cosas son “nada y vacío” frente al misterio… Ni la poesía que tanto me gusta puede generar la empatía que quisiera… aunque algún amigo me diría que “en casi todo existe poesía”…


Quizá “la agilidad de la pluma”, o del teclado, sea lo que me falta para hacer llegar a la gente que quiero, algo de lo cotidiano que otra vez me hace descubrir “estito más” (como dice la gente por estas tierras)… De todos modos lo intento como antiguamente…
Hace unos días, con un compañero, fuimos invitados por Santiago a su casa para festejar su cumpleaños junto a su familia. Le habían otorgado el permiso de salir por media jornada del Centro de Infractores en el que se encuentra por ahora recluido (una especie de “cárcel de menores” en la que trabajamos en la ciudad de Cochabamba, Bolivia). Para tantos “profesionales del área” algo común, cotidiano, hasta parte necesaria de la famosa pero irreal “rehabilitación”… Para mí, en cambio, “signo” de algo inefable como expresan los eruditos, al punto que tengo que hacer este “rodeo”, en el intento de trasmitir la reflexión que hoy me provoca…
Almorzamos con su familia y sus hermanos, comimos un rico Pique Macho (comida típica por estos lados), guitarreamos un rato, cantamos, jugamos al Paddle en una cancha cercana y quedamos con muchas ganas mutuas de volver a vernos... La media jornada se fue volando... Miro y remiro esto y me digo: pero al final de cuentas ¿qué tanto tiene esto de especial?... Y no puedo dejar de decir: TODO…

Nosotros los que nos decimos “católicos” tenemos la mala costumbre, y la ingenua soberbia de “encerrar y manipular” al Dios del que “alardeamos” que creemos…
 Lo metemos “a la fuerza” en nuestras Misas, en nuestros “espacios sagrados”, tantas veces más inertes que las máquinas que creamos, porque hasta las piedras tienen más vida…
Y despreciamos, o pasamos por encima de la Sagrada Risa, del Sagrado Chiste que nos arranca sin más una buena carcajada, de la Sagrada Guitarreada que le canta a la tierra, a la vida y despotrica contra las suegras, de la Sagrada Mirada Sincera que nos descoloca, de la Sagrada Oportunidad de encontrarnos con quien quiere estar con nosotros un ratito y ofrecernos un rico y Sagrado Plato de “Pique Macho”…
Del Sagrado Silencio que surge al darnos cuenta que llega la hora de irse, y hay que volver a la cárcel (porque no es otra cosa)…
De la Sagrada, espontánea y sincera Pregunta: “Ya que conocen la casa ¿cuándo nos vemos otra vez”?...
Sabina pide “que todas las noches sean noches de boda y que todas las lunas sean lunas de miel”… Galeano dice que “seremos capaces de vivir cada día como si fuese el primero y cada noche como si fuera la última”… y los manuales de autoayuda banalizan estas frases como si la cotidianeidad fuera la salvación fetichista de los desesperados… y sin embargo estas “realidades”, pequeñas, jodidas, “chambonas”, siguen y seguirán haciéndonos “tocar con las manos” el misterio… Para los que a duras penas intentamos mirar la vida “con la pobre lucecita remendada de la fe” (como dice La Catalina), estas cositas cotidianas nos debieran arrancar de la desidia, de la pereza de vivir, y hacernos comprender eso que decimos que es “nuestra fe” (de la cual muy poco sabemos y como buenos atrevidos todavía hoy en el 2011 queremos “entender con la mal pretendida intención de trasmitirla y explicarla a los demás” cual si fueran necios o menores de edad)…


Porque nos falta “vivir” antes que hablar, mejor dejo de escribir y me voy a comer un Sagrado pollo que están cocinando Aldo y Miguel y me gritan que vaya para que no se enfríe…


Fraternalmente siempre…Alberto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario