Una de las cosas más profundas que recibimos de las comunidades Indígenas en las andanzas por la Patria Grande es:
«que en todo hay una presencia espiritual».
Es decir que todo ser viviente y toda relación está habitada por un espíritu.
Ciencia muy diferente al dualismo bastante común que hay en nuestra cultura uruguaya que separa lo religioso de lo que considera no religioso.
Ellos también creen en la lucha contínua de los espíritus de vida y los espíritus de muerte, que habitan en la interioridad de los seres vivos y en los lugares. Manifestándose en especial en la soledad y los encuentros.
Esta creencia indígena nos da una mirada diferente de lo que acontece en la vida.
Todo es espiritual de alguna manera.
Entonces (según esta creencia) algo diferente está ocurriendo entre nosotros y dentro nuestro al llegar la primavera.
Si el clima cambia, si cambia la naturaleza, todo lo que está en relación es tocado por éste tiempo primaveral, incluso nosotros...
Es cierto también que puedo pasar por un jardín y no observarlo, que puedo encontrarme con alguien y ser indiferente. Por lo tanto los espíritus están en movimiento, pero también es determinante en nuestra existencia la Voluntad.
Todo ser viviente tiene capacidades más o menos desarrolladas que lo hacen diferente a los otros. Pero según nuestra espiritualidad cristiana lo que asentúa el bien o el mal es la presencia o ausencia del Amor.
La palabra bíblica de este fin de semana nos presenta a dos hermanos, uno que es capaz de arrepentirse ante la negación que expresó, cambiando a positiva su actitud.
Y otro que se presenta con «buena labia» (como se dice comúnmente), pero no procura poner en práctica lo que dice querer.
Podríamos aprender de todo esto que hay personas muy «espirituales» ( en sentido positivo) aunque no mencionan una creencia religiosa, pero procuran existir y relacionarse en el amor. Y las hay de las otras como los fariseos en tiempos de Jesús... (Mat.21,28-32)
Esta nueva primavera «ya está entre nosotros», los jardines están dispuestos a florecer, y también la gramilla viene con mayor fuerza.
En nosotros está el trabajo de regar y carpir; recojer y compartir.
Ya comenzamos a avisar para encontrarnos el próximo
miércoles 28 de setiembre de tardecita, acá en casa.
La dirección es Volta 5215 entre Badajoz y Enrique George,
en el glorioso barrio de Peñarol.
El teléfono es 2355-90-42 y el celular es 093 913 207.
Avisale a todos los que puedas...
a compartir el pan, el vino, al cordero de
Dios, nuestras vidas...
Con mucha alegría los recibimos.
Un fuerte abrazo. Fabrizio.
En mi juventud me inpresiono encontrarme con ese tal jesus
que era motivo de encuentros diferentes entre nosotros
y el estava, pero muchas veces pasava desapersivido
mi atencion estava en lo palpable
Hoy unos cuantos años despues tengo la gracia
de verlo diversos lugares
sigo amando lo que se palpa
especialmente el encuentro
pero tambien he aprendido del tesoro del silencio
y la soledad
no como opuestos
sino como
colores diferentes
que estan en la misma pintura de la vida
la que esta y la que vamos siendo
Que lindo sera encontrarnos
estoy contento Nacho
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