34º Jornada Nacional de la Juventud, entrevista de Carmen De León a María Noble, Radio Río Branco

- Nuestros invitados vienen con noticias maravillosas…

¡Buen día! ¿Cómo están?
- ¡Buen día!, ¡muchas gracias por la invitación y por la bienvenida!

- Es un placer tenerlos aquí, porque ustedes cuando vienen siempre nos traen buenas noticias y eso es lo que nos gusta divulgar acá. ¿Qué es lo que ha convocado a la comunidad cristiana en el departamento de Maldonado este fin de semana?
- Bueno el fin de semana (sábado 1 y domingo 2 de setiembre) se realizó en el departamento de Maldonado la 34ta Jornada Nacional de la Juventud (JNJ) en la cual había jóvenes de toda la diócesis de nuestro país. Habíamos unos 4000 jóvenes de diversas edades…

- ¿Con que objetivo se realizó el encuentro?
- Este encuentro tenía como lema “¡ENCONTRATE CON CRISTO. TU VIDA CAMBIARÁ! Tu vida cambiará a partir que tú le abras el corazón al Amor, El corazón a Jesús, el corazón al perdón, a la amistad. La apertura al otro/a. Abrirle el corazón al COMPARTIR, AL REPARTIR, AL CONVIDAR todo lo que uno es como persona humana , la fe que se tiene, todo lo que uno vive, Así de esa manera podemos encontrarnos con Cristo y hacemos que lo demás puedan hacerlo también. Dándole apertura al espíritu, a la Buena Noticia de Vivir en comunión, a la buena noticia de encontrarse, de encontrarnos.

- ¡Que bien, que lindo tu mensaje María!
¿Ya habías participado en encuentros anteriores la JNJ? ¿Qué palpitaste?
- Esta es la primera vez que participo de la JNJ y ha sido un regalo de la comunidad San Juan Bautista de Río Branco porque surgió de ellos el pedido de que acompañara a los jóvenes que iban de aquí y fue un precioso regalo.

- ¿Cómo los viste a los jóvenes ahí, qué expectativas tenían para la jornada?
- Bueno creo que una de las expectativas que teníamos muchos es la del encuentro. Encontrarse con otros jóvenes, con otras personas diferentes con un mismo sentido: el del Amor, de la solidaridad, de compartir nuestra creencia. Allí vivimos diferentes momentos. Hubo espacios para la bienvenida, el canto, el baile, la danza, para jugar. También hubo espacio para trabajar en grupos, compartir la Palabra de Dios, hubo espacio para la celebración de la eucaristía. Se vivió todo eso a su tiempo y en buen clima. En los momentos de festejo se festejó, en los momentos para la oración se hizo oración y eso que éramos 4000 jóvenes y había también adultos. Se vivió en espíritu de buen convivir, el de estar abiertos.

- Estamos en un momento María donde la juventud, la adolescencia es noticia permanentemente. Gente que está buscando caminos para brindarle justamente a este sector de la sociedad el respaldo y el acompañamiento que necesita, gente que por ahí me animo a decir que estigmatiza, porque me imagino que muchos jóvenes así como tú que ha veces les da un poco de miedo decir: “Somos jóvenes” porque seguramente no va a faltar un dedo que señale, como que estás atravesando una etapa de la vida con muchas dificultades y no es tan así. No hay que generalizar. La JNJ es un ejemplo de eso ¿no?

- Diría que generalizar nunca pero nunca es bueno, en nada es bueno generalizar. En este caso tampoco es bueno generalizar. Creo que uno tiene que ver con que ojos quiere ver al otro/a, con que mirada quiere ver a los jóvenes, si de crítica, de acusación, de acercamiento, de benevolencia, de amistad, de corrección fraterna ó violenta, o de fraternidad o hermandad la mirada así a pesar de… Nosotros los jóvenes tenemos muchas cosas buenas. Mucho para dar a las personas ya sea a los niños, a adultos, entre nosotros jóvenes, a los ancianos. Esto puede darse si ellos se abren a nosotros, muchos nos abrimos. También si se nos escucha podemos dar mucho bien. El perdón es muy importante cuando algún joven se equivoca. Si se desea realmente compartir lo que somos, conocernos, acompañarnos. La JNJ es una buena noticia. Nosotros les agradecemos por darle audición a esto que involucra nuestra vida. Muchas veces los jóvenes necesitamos que alguien nos ayude a descubrir que sentido le queremos dar a nuestra vida. El espíritu que percibimos en la jornada fue ese, el de que muchos nos están ayudando a conocernos, a conocer a Cristo. Se percibió el Espíritu del querer el bien para los jóvenes.

- Que maravilla. ¿Se llega más allá de la oración y del compartir lo relacionado con la religión? ¿Se llega a hablar de la problemática que viven otros jóvenes en nuestro país y en el mundo?
- Si se habla de eso en nuestros grupos de catequesis. Muchas veces se empieza por ahí. Y te contamos que muchos jóvenes ayudan a otros jóvenes. Muchos hacen cosas buenas. En la diversidad nos apoyamos, nos abrimos a jóvenes que están atravesando momentos de dolor y, de sufrimientos, al encontrarnos con los dolores de los demás uno ve también que puede revalorizar mucho de lo que se es, de nuestra propia vida.

- Buscar la revitalización o ese reforzar la fe cristiana y a través de ella buscar el camino para salir de la otra problemática, yo observo que cuando la gente señala y demás no pretendo hacerlo como una crítica sino de que es lamentablemente una realidad que estamos atravesando momentos muy difíciles en lo que tiene que ver a la seguridad a la jerarquización de valores, esto muchas veces parte del seno familiar y que cuando llegamos a la sociedad es con eso con que nos vamos a manejar.
- Bueno si la fe cristiana se vive con otros/as. Uno sólo no puede vivir la fe. Necesitamos la compañía de los demás y dar nuestra compañía a otro/as.
Aquí quiero agradecer a todos quienes hicieron posible que la JNJ pudiera hacerse y de manera satisfactoria y se lograra ahí en Maldonado porque ello llevó al esfuerzo de muchas personas. Había 400 voluntarios.

También decir que la presencia de cada joven lleva a muchas personas: familia, amigos, vecinos, muchos que los acompañan pastoralmente, etc. Entonces agradecemos mucho a quienes se han brindado, han estado disponibles, han dado su tiempo para ello. La JNJ se realizó con el trabajo disponible y generoso de mucho/as. Cuando uno se pone y pone lo que tiene suceden y surgen momentos como el de la JNJ. Mucha gente colmó nuestras necesidades y nos atendió bien.
Bueno algo bonito fue el alojamiento, ver esas 4000 carpas armadas formaba un verdadero arcoíris. Fue algo maravilloso, emocionante y ver que los jóvenes estaban como dice Don Bosco: “Siempre alegres”, llenaba el alma.

- ¿Quiénes fueron de Río Branco?
- Bueno de aquí fueron cuatro adolescentes: Romina, Rodrigo, Mikaela, Lía y quien habla los acompañó. Para ir a Maldonado nosotros contamos con el apoyo de toda la comunidad, de los padres, de los amigos. El dinero se recaudó haciendo bolsitos para vender de tela, postres sorteados., la parroquia colaboró con algunas ofrendas recaudadas en las misas. Fue un esfuerzo entre muchos. De aquí fuimos hasta el departamento de Treinta y Tres y de ahí fuimos en el ómnibus con los jóvenes de Treinta y Tres. De Melo también fue uno lleno. Bueno para volver Nacho (el cura)se puso a disposición y nos fue a buscar a Treinta y Tres en el auto de la parroquia.

- ¿Cómo viste vivir esta experiencia a los jóvenes de Río Branco?
- Para ellos fue algo deslumbrante el poder encontrarse con jóvenes de su misma edad y mayores pero que viven algunas las mismas inquietudes, Ellos cuando había que saltar, bailar, cantar: lo vibraron, pero cuando había que hacer silencio, oración, se concentraron y lo hicieron. Tuvieron su encuentro.

- Es bueno eso que rescatas porque encontrarse con Cristo y caminar en un camino de fe no significa estar 24 horas adentro de la iglesia de rodillas. Hay que tenerlo muy claro.
- Nuestro Jesús está en la vida, en el corazón de las personas. No tenemos que estar 24 horas arrodillados. Tenemos que darle el templo de nuestro corazón, ese corazón que perdona, que está dispuesto a Amar.

- Cada joven de estos 4000 se llevó para su lugar de origen un mensaje.
- Se llevó el mensaje creo que el de estar ahí. Creo que cada uno a su manera, a su forma , con su mirada, con su edad, con su proceso se encontró con Cristo. Para mí cada uno se encontró con Señor, a su manera porque cuando uno se encuentra con un amigo siempre cambia.
Si uno va triste y se encuentra con un amigo que lo escucha, lo alegra ó le da su compañía, esperanzas, esa persona cambia. Cuando nos encontramos de verdad en algo cambiamos. Encontrarnos siempre nos cambia.

- María ¿ahora ustedes vienen a replicar en sus lugares, esa pequeña gran labor de trasmitir esa experiencia a otros jóvenes?
- Y si creo que las buenas noticias tienen que compartirse, darse a los demás. Eso que vivimos no puede quedar encerradito, tiene que abrirse, comunicarse con el corazón y con alegría. Me parece maravilloso que esta radio siempre está dispuesta a sembrar y a regar las buenas noticias.

- ¿Cuáles serían los caminos para que otros jóvenes se acerquen a la iglesia?
- En mi opinión es acercándonos al otro/a, conocerlo, escucharlo, conocer su historia, ver que está pasando por su vida, invitarlo a participar junto a nosotros. Primero tenemos que disponernos nosotros, acercarnos a otros.

- Bueno felicitaciones a todos los que participaron de este evento y por traernos a este portal esta maravillosa experiencia. Coincidimos en que si se camina por el camino de la fe y donde se trabaja con estos valores que tu señalas: el de compartir, el de escuchar, el de hacerse oír: vamos construyendo una sociedad mejor.
- Bueno nosotros queremos agradecerles a ustedes por habernos invitado, por la bienvenida, por escucharnos, por recibirnos en su casa.

Trajimos para ustedes un signo, que es una cruz que significa paso, encuentro, está bendecida y la teníamos que regalar a alguna persona que no haya participado de la JNJ, creo que el Espíritu nos dice que se la regalemos a ustedes. Gracias por ayudarnos a construir este Reino que ya comienza a gestarse entre nosotros/as.