domingo, 16 de septiembre de 2012

¿cómo relacionarnos mejor con los demás, con nosotros mismos, con la naturaleza, aún con Dios...?

Los que andan buscando las piezas que forman el rostro del ser humano, saben que el servicio es una ficha muy importante. No solamente porque se acude en busca del otro en algo muy necesario, sino además porque el servicio plantea una forma de relacionarse con los demás. Quien tiene esa actitud: se pregunta por el otro, está atento a los demás, no le es indiferente la suerte del hermano.


El servicio además tiene una cara muy concreta y práctica por lo que cada uno puede desempeñar mejor algunas tareas. Cada cual puede ser muy útil a los demás de acuerdo a lo que es. Y ya que las personas son tan diferentes y variadas, las posibilidades son infinitas.

En Galilea, hace unos dos mil años, un Judío de nombre Jesús y de apellido: Nazareno, insistió mucho en esta forma de relacionarse con el otro, decía en una ocasión en que Santiago y Juan, dos de los apóstoles (pensando que Jesús iba a ser rey de Israel) le pidieron que los tomara en cuenta... (un puestito político) Este les aviso: “... Saben que los jefes de las naciones las dominan y oprimen con su poder, pero no va a ser así entre ustedes, sino que, el que quiera ser grande entre ustedes que se haga servidor (diakono, ministro) de todos. Yo también he venido a eso, a servir...” (Evangelio de Marcos, capítulo 10, versículo 35 en adelante)

A veces escuchamos recomendaciones de tipo “pisa antes que te pisen” “no te dejes aventajar” “aprovecha cualquier situación en tu beneficio” y así. Aún algunos padres educan de este modo a sus hijos, creyendo que los protegen de un mundo hostil y esclavizante. Y si bien es cierto que el mundo es hostil, creemos que engrandecerse a uno mismo, inflar el ego, no hace más que volvernos esclavos de nosotros mismos, sin dudas el peor tipo de esclavitud, porque del faraón siempre se puede escapar aunque sea al desierto, pero de uno mismo nunca se logra escapar, del egocentrismo y el egoísmo, porque cada uno vive consigo mismo.

Creemos que en la palabra servicio hay algunas cosas valiosas que no deberíamos desechar por causa de deformaciones en el significado. Si la pregunta que nos planteamos es ¿cómo relacionarnos mejor con los demás, con nosotros mismos, con la naturaleza, aún con Dios...? seguro que las respuestas que encontremos nos harán mucho bien a todos.

Los espero en el taller que vamos a hacer en Río Branco el 21, 22 y 23 de Setiembre, para pensar juntos estas cosas.
Abrazo grande: Roberto Flores

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