jueves, 29 de agosto de 2013

LOS CAMBIOS VERDADEROS HACIA UN BUEN VIVIR SIEMPRE NACEN DESDE ABAJO...

 VER:    
         Esta semana nos encontramos en CRIMPO. Espacio que nació hace un buen tiempo, creado por religiosas y religiosos que sintieron el llamado de encarnarse en la vida del pueblo, en las periferias. En nuestra zona también participan laicas/os, diocesanos e incluso en esta oportunidad nos acompañó  el obispo.
   Uno de los aportes de la reflexión fue que: 
 “los cambios verdaderos hacia un buen vivir
 siempre nacen desde abajo 
y se realizan en conjunto”. 
(Mercedes Acevedo-Carmelita de República Dominicana, Noblia) 
    Contrario es esperar que algo que se imponga desde arriba de frutos de vida que perduren. Desde la tierra nacen las plantas, desde el nido comienza el vuelo, desde el horizonte amanece el sol, desde la vertiente mana el gran río. 
ILUMINAR:     Nos relata el evangelio que Jesús asistió a la invitación a comer que le hizo un fariseo, donde notó que los invitados buscaban ubicarse en los primeros puestos. Y les habló  en parábola recomendándoles que a donde seamos invitados nunca nos ubiquemos en los primeros lugares. Al contrario cuando seamos invitados hay que ubicarse en el último lugar.
     Quizás el que nos invitó a su tiempo nos dará un lugar diferente.También enseñó la actitud evangélica cuando nos toca invitar a nuestra mesa, que sea a los que no pueden hacer lo mismo con nosotros.
      Todo lo que ofrezcamos a los que no nos pueden retribuir, será recompensado en la resurrección de los justos. (Lucas 14, 1.7-14)
ACTUAR:   La primera actitud del cristiano es la disponibilidad. Hay que estar atentos para escuchar el llamado, la invitación que nos haga Dios, con la libertad ante todo, incluso al qué dirán, a los posibles resultados y libertad de nuestro Yo. Al integrarnos a lo nuevo, queda bien claro el lugar que debemos buscar: el último.
     Sabiendo aceptar los encargos mayores que nos puedan hacer los que nos invitaron.Si alguna vez somos elegidos para un lugar con ciertos poderes, siempre el horizonte debe ser privilegiar a los más empobrecidos. Esta es la característica central de cualquier seguimiento verdadero a Jesús ya sea en lo personal y en nuestras organizaciones.
    Sabiendo que no va haber reconocimiento alguno, y muchas veces dificultades, pero que es el camino angosto hacia el Reino Eterno.
   El Cacho Alonso supo madurar en el tiempo y solo se fue a vivir entre los más pobres cuando ellos lo invitaron y discerniendo con quien correspondía según su ministerio la decisión de encarnarse en esa realidad.
   Se puso en el último lugar en una actitud cercana de escucha. Con el tiempo junto a otros fueron soñando y realizando algunos proyectos de vida.
   El discípulo está disponible al llamado de su maestro. 
   El cristiano está disponible para los servicios en la sociedad y en la propia iglesia. 
   Sabiendo que todo comienzo evangélico es desde abajo y se discierne en comunidad.
   El poder no nos cambia, simplemente revela si estamos para servir o para servirnos de los demás. (Mujica)

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