Nosotros tuvimos la gracia de ser visitados por Lucas, quien vivió unos cuantos años en Melo y que hoy desde su país que es Francia se ha transformado en un ciudadano del mundo.
Fue muy lindo poder recibirlo y escuchar sobre la realidad actual de Europa, sobre la crítica situación que viven en Honduras y Guatemala, sobre la comunicación que tiene con los países árabes, asiáticos y africanos, y en especial nos compartió su mirada sobre el acontecimiento de Río de Janeiro.
Queremos compartir con ustedes la crisis que está viviendo lo que llamábamos el primer mundo, soñado como un paraíso de vida y trabajo para muchos. Hoy la desesperación de muchos desempleados y la inseguridad de los que tienen trabajo pero no saben hasta cuando... crean un clima de total desesperanza. Los más perjudicados son los jóvenes, siendo una realidad la creciente evasión con diferentes adicciones y el crecimiento de los índices de suicidio.
En toda crisis histórica siempre hubo personas, organizaciones buscando alternativas de salidas. A un nivel la alternativa fue salvar los bancos, salvar a los grandes inversionistas que administran, y producen riquezas, fuentes de trabajo...
Nuestro amigo nos contaba de una experiencia diferente con jóvenes. Durante un buen tiempo se fueron preparando para venir a la jornada de la juventud.
Pero incluyeron una visita al nordeste de Brasil. Donde algunos fueron acogidos por familias que viven en Favelas y otros acamparon y caminaron junto a los Sin Tierra. En estas situaciones de pobreza y exclusión extrema, palparon una vida solidaria y de fe, capaz de juntarse organizarse buscando revertir las situaciones de injusticia.
Los jóvenes se impactaron como grandes grupos humanos con muchas carencias de los bienes básicos tienen tanta esperanza en sí mismos y en la organización, construyendo y soñando un mañana mejor.
Hace un tiempo era muy fuerte el grito de que la salvación estaba en irse a Europa, lo que aún permanece en el fútbol y estudiar para ser un profesional y tener un buen trabajo asegurado. Los jóvenes que han podido viajar y que tienen posibilidad de estudiar saben que no hay lugar en el mundo que sea un paraíso, ni hay estudio que asegure un bienestar. Por eso hay otros jóvenes y no tan jóvenes que andan buscando por otro lugar. Buscando encuentros, creando lazos, buscando juntos a los que el sistema excluye, los empobrecidos, los enfermos, las personas de avanzada edad, los castigados y excluidos. A cada uno de nosotros le toca elegir el horizonte, el de la felicidad propuesta en poseer y consumir o el de la humanización de los encuentros y construcción juntos sin exclusión.
El Colibrí
(SABIDURÍA HINDÚ)
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