miércoles, 28 de agosto de 2013

NOSTALGIA QUE NOS HAGA SOÑAR DESDE DENTRO, JUNTOS ( Editorial Tribuna Poplar 30/8/13 - Nº 1.309)

 «Sueño con que los niños y las niñas negras,
 puedan unir sus manos con las de los niños y las niñas blancas 
y caminar unidos, como hermanos y hermanas. 
Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando». 
Cincuenta años después del sueño de Luter King.
¿Cuáles son nuestros sueños de hoy?
   El volver al pasado con nostalgia por todo lo bello y lo bueno es algo que tendría que ser algo bastante común en nuestro caminar. Pero estar vivos es percibirnos en continuo movimiento y no quedarnos anclados en lo que ya fue.
   En toda época hay grandes intereses de matar a los soñadores o imponer sueños colonizadores desde fuera. Los sueños verdaderos que dan sus frutos en la historia nacen desde adentro, nacen muy pequeños. Los grandes movimientos colectivos de liberación fueron la suma de sueños profundos de personas que se fueron tejiendo en el mismo sueño.
  Compartimos algunos de nuestros sueños para despertar otros sueños, para buscar sueños comunes:

  Sueño con muchas fiestas de navidad y pascua en los distintos barrios de la ciudad, poblaciones vecinas, donde los cristianos católicos y evangélicos celebremos el cumpleaños de Jesús y la buena noticia de la resurrección, unidos como hermanos. Donde sean invitados los de otras religiones e incluso los que dicen no creer, con el lugar preferencial que quiere Jesús para los más empobrecidos y los considerados más pecadores. Para que a nadie le falte lo necesario ni cargue con sentido de culpas.

  Sueño con los vecinos organizados en comisiones de barrio decidiendo las prioridades públicas y eligiendo a las autoridades políticas que coordinen y realicen los sueños del pueblo.


  Sueño que los jóvenes aprendan a jugar al truco y se cierren los casinos, con mucho apoyo a los diferentes artes.


 Sueño que cada deportista pueda vestir la camiseta de sus amores y se termine la venta de personas, donde el dinero manda.


  Sueño que los medios de presa podamos vivir y servir con libertad sin necesidad de proteger a los fariseos, ni tener que acentuar lo morboso.


  Sueño que en todos los espacios educativos se enseñe que el error es parte del camino, es parte de las relaciones humanas, dándonos confianzas y herramientas válidas para perdonarnos, perdonar, y aprender de los errores hacia un buen vivir.


   Sueño donde cada cual trabaje en lo que tiene mejor cualidad, sintiendo que son horarios de fecundidad ofrecidos a todos los demás. Donde los trabajos más necesarios como de limpieza, alimentación, producción de alimentos, reciclaje... además de una buena salud, educación y policía, que todas ellas sean prioridad en la sociedad y justamente pagos.


   Sueño donde las cooperativas de vivienda sea lo común, junto al cooperativismo de producción y de excursión. Con más bicicletas y menos motos.


  Sueño que podamos tener un millón de amigos por internet, pero todos podamos viajar en barcos, en trenes con muchos vagones sin clase y podamos encontrarnos en licencias, y domingos haciendo buena fiesta, también acompañándonos en las que duele... Sueño con más agua y menos gaseosa, más frutas y menos tabaco, con lo duradero y no con lo descartable, con más tiempo para lo contemplación del camino y menos necesidad de velocidad incluso en el amor...


  Sueño que las casas volverán a tener niños y estos preguntarán a sus padres juntos, que significa las palabras: prostitución de menores, desaparecidos, dictaduras, tóxicos, guardería, doble horario, cuarteles, barrios privados, comida chatarra, aborto y violencia familiar...

 y los padres sonriendo juntos respondan: 
- Pregúntale a tus abuelos que están en el comedor junto a la estufa.
El Colibrí

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