CARNAVAL: brincar, bailar, alcohol, droga,
comida, encuentro, felicidad… trascendencia.
En
estos días de carnaval sonó fuerte algunas noticias trágicas ocurridas en el
carnaval de Yaguaron, en el puente Maúa, en la ruta a la Laguna Merín, en las
carreteras nacionales, en el carnaval de Río…
LA
ANTROPOLOGÌA, nos dice que una de las diferencias fundamentales del hombre ante
los demás seres vivientes es el deseo de trascendencia. Cualquier vida es
capaz de hacer cosas novedosas, arriesgadas en búsqueda de su supervivencia o
mejor vida. Una planta se tuerce en búsqueda de la luz que entra por una
ventana. Un perro es capaz de saltar un cerco si hay un semejante en celos. Un
león es capaz de hacerse mascota de una familia si esta le da lo necesario para
vivir. En todo esto somos iguales los hombres a los animales, buscamos las
cosas necesarias y placenteras.
ALCOHOL
o DROGA: Cuando es alguien con cierta pobreza visible la respuesta es simplona:
si tuviera una familia, si trabajara, si estudiara, si eligiera buenas juntas,
si se enamorara... a problemas trascendentes le damos respuestas terrestres.
La pregunta que muchas veces nos hacemos, ¿cómo alguien que aparentemente
lo tiene casi todo, puede alcoholizarse, drogarse arriesgando perderlo todo en
un accidente en una
gresca?
La
respuesta muestra la diferencia entre el hombre y los demás seres vivientes, el
hombre necesita más que lo necesario, más que el placer, necesita trascender, ir
mas allá. En el corazón del hombre hay un deseo profundo de “algo más”
del lo que se ve, se toca, se come, se posee…
LA
FIESTA: es algo sumamente humano, que existe en todos los tiempos y culturas.
Una persona sana es gustoso de algún tipo de fiesta, una persona con problemas
graves de relación, de autoestima, herida, con problemas mentales o
afectivos, justamente es en la fiesta donde se manifiesta actuando muy
diferente. Una persona normal, con normalidad ve o participa de lo festivo.
Pero
hasta el ser más normal, tiene una necesidad profunda de algo más, de lo que
llamamos trascendencia, elevación sobre todo lo visible. He ahí que el alcohol,
las distintas drogas se presentan como un camino de ir un poco más allá. De
llegar a ser otro. Con el horizonte de encontrarse con otros en un estado de
plena felicidad. Todos sabemos las consecuencias del presente y del día después
de quien emprende este camino.
TRASCENDENCIA:
Reiteramos que sabiendo las consecuencias la humanidad en todas las épocas y
culturas mayoritariamente ha transitado por este camino en búsqueda de la
trascendencia. Habiendo otro camino que es el de las profundas ideologías y
verdaderas espiritualidades. En toda terapia para el enfermo, alcohólico o
drogadicto, se le plantea tres posibles nuevos caminos de trascendencia: otra
droga, un compromiso ideológico social, o una práctica espiritual.
Los
mercaderes, el capitalismo esclavista, bien saben de las necesidades del
hombre, y por eso para los hombres en proceso primario de búsqueda de la trascendencia
se propagandean como camino al
encuentro y a la felicidad distintas adicciones.
Para el hombre que quiere evitar este camino, o salir de este, los enriquecidos
a costa de otros tienen también propuestas sociales, deportivas, de eventos y
religiosas que se presentan como “caperucita roja” pero en el fondo son nuevos
modos de adicción, de
sectarismo que empoderarán
a quienes dirigen la propuesta. Junto a todo esto existen caminos ideológicos,
sociales y espirituales que realmente nos hacen
trascender, en el compromiso con el otro está
vida. Caminos realmente humanizantes, con sus límites y errores, para la
persona y su entorno. Los hay , hay que buscarlos y construirlos.
Nacho
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