Ha llegado el fresco del aire en estos días que me anuncian aunque sean pasajeros que mis vacaciones han terminado.
Luego de vivir el cuarto
encuentro anual teológico en el Lago he regresado para inmediatamente volar
hacia otros encuentros con colibríes que no están pero están y otros que no lo son pero tal
vez algún día lleguen a serlo.
Durante estos días he masticado
la pregunta que revoloteó en la celebración del viernes de noche"¿ a qué soy
llamado por Jesús aquí y ahora, pero hago la transposición ¿ a qué soy llamado
al ir al encuentro'?
Y surge la respuesta.......voy
para vivir esos instantes, momentos de iglesia de hermanos. Para poder vivenciar
esa familia alternativa donde con libertad compartimos las fotos del día
entregando y recibiendo de todos, donde compartimos en pequeños grupos con el
corazón abierto y donde mantenemos esos diálogos tan ricos que nos dan cuenta que
en algún punto coincidimos con uno u otro.
Es bello continuar conociendo a
los que ya hemos estado juntos otros años y es bello también conocer a los que
se han ido incorporando de tantos lugares y situaciones diferentes. Cada uno
con sus mundos, sus expectativas, sus motivaciones , unos con la patria grande
en el horizonte , otros con otras búsquedas y allí aparece el encuentro,
porque cuando los que buscan se encuentran nace la coincidencia entre los
más pequeñitos como Juan Pablo hasta los más
adultos.
Resulta esperanzador recordar que
hemos vivido celebraciones donde los servidores en la cocina han sido los que
han repartido el pan y donde los que dialogan con los textos bíblicos para
comunicarlos a los otros, somos todos, con nuestras emociones, nuestros baches
, con nuestra humanidad a cuestas.
Me atrae esa iglesia, me enamora
la combinación entre fe en Jesús, libertad, responsabilidad y
servicio.
Y surge la interrogante sin
respuesta,¿cómo seguirá esto si año a año somos más ?, si los que se
sienten atraídos aumentan multiplicándose?
Y entonces pienso: ..." El
reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y
sembró en su campo, y
que de todas las semillas es la más pequeña; pero cuando ha crecido, es la mayor
de las hortalizas, y se hace árbol, de modo que LAS AVES DEL CIELO vienen y
ANIDAN EN SUS RAMAS.
y sigo pensando......las aves aumentan año a
año. ¿Será porque ya hay una hortaliza?, ....y entonces me entusiasmo y vuelvo
al principio, en estos días he compartido lo traído en mi mochila con algún colibrí
pero también con otros que tal vez lo sean en un futuro porque creo que todos
sabemos que hay algo nuevo que
ya está gestado y va creciendo.
Tal vez existan muchos colibríes que en algún
momento de su historia descubran que hay un lugar ya establecido para
ellos porque hay un Jesús de brazos abiertos que espera, que llama, que enamora
a los que lo buscan con el corazón.
Raquel desde Colonia
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