domingo, 1 de febrero de 2015

Días después...


Ha llegado el fresco del aire en estos días que me anuncian aunque sean pasajeros que mis vacaciones han terminado.

Luego de vivir el cuarto encuentro anual teológico en el Lago he regresado para inmediatamente volar hacia otros encuentros con colibríes que no están pero están y otros que no lo  son pero tal vez algún día lleguen a serlo.

 Durante estos días he masticado la pregunta que revoloteó en la celebración del viernes de noche"¿ a qué soy llamado por Jesús aquí y ahora, pero hago la transposición ¿ a qué soy llamado al ir al encuentro'?
Y surge la respuesta.......voy para vivir esos instantes, momentos de iglesia de hermanos. Para poder vivenciar esa familia alternativa donde con libertad compartimos las fotos del día entregando y recibiendo de todos, donde compartimos en pequeños grupos con el corazón abierto y donde mantenemos esos diálogos tan ricos que nos dan cuenta que en algún punto coincidimos con uno u otro. 
Es bello continuar conociendo a los que ya hemos estado juntos otros años y es bello también conocer a los que se han ido incorporando de tantos lugares y situaciones diferentes. Cada uno con sus mundos, sus expectativas, sus motivaciones , unos con la patria grande en el horizonte , otros con otras búsquedas y allí  aparece el encuentro, porque cuando los que buscan se encuentran nace la coincidencia  entre los más  pequeñitos como  Juan Pablo hasta los más adultos.
Resulta esperanzador recordar que hemos vivido celebraciones donde los servidores en la cocina  han sido los que han repartido el pan y donde los que dialogan con los textos bíblicos para comunicarlos a los otros,   somos todos, con nuestras emociones, nuestros baches , con nuestra humanidad a cuestas. 
 Me atrae esa iglesia, me enamora la combinación entre fe en Jesús, libertad, responsabilidad y servicio. 

Y surge la interrogante sin respuesta,¿cómo seguirá esto si año a año somos más ?, si los que se sienten atraídos aumentan multiplicándose?

Y entonces pienso:  ..." El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo, y que de todas las semillas es la más pequeña; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de modo que LAS AVES DEL CIELO vienen y ANIDAN EN SUS RAMAS.
y sigo pensando......las aves aumentan año a año. ¿Será porque ya hay una hortaliza?, ....y entonces me entusiasmo y vuelvo al principio, en estos días he compartido lo traído en mi mochila con algún  colibrí pero también con otros que tal vez  lo sean en un futuro  porque creo que todos sabemos que hay algo nuevo que ya está  gestado y va creciendo. 

Tal vez existan muchos colibríes que en algún momento de su historia descubran que hay un lugar ya establecido para ellos porque hay un Jesús de brazos abiertos que espera, que llama, que enamora a los que lo buscan con el corazón.

                                                                                                                                          Raquel desde Colonia

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