miércoles, 11 de febrero de 2015

El IV Campamento Teológico significó para mi….


Conciencia del seguimiento a Jesús, visión y actitud de trabajo en equipo/comunitario, gratuidad, fraternidad, alegría, aprendizaje de la vivencia de la Palabra bíblica, reflexión, meditación, oración y vacaciones. 

Importancia del ambiente previo que se genera con la participación de todos tanto desde el blog como el grupo en Facebok y la charla espontánea del “boca a boca”.

Recordé vínculos que me unen o han unido, sus caminos recorridos, y a la luz de cada realidad y cuestionamientos propios, tomé la decisión de aceptar la propuesta de ir.

Fuimos disponibles para ser instrumento a que otros también pudieran participar, a través de la comunicación y el ofrecimiento de nuestro vehículo….otros se organizaban sacando pasajes.

Muchos son los llamados (invitados) y pocos los elegidos (los que dicen si a esta propuesta)… sin tener en cuenta el éxito o no de la convocatoria, uno va descubriendo que están quienes quisieran ir, pero por distintas razones no pueden y ofrecen su lugar poniéndose al servicio para recibir y generar nuevos eventuales encuentros futuros…

Están los que acompañan a través de internet reflexionando y animando con sus comentarios y aportes escritos.

Pudimos colaborar de tantas maneras como nuestra creatividad nos lo permitía ….ejemplo: Nelda y Hugo contribuyeron a través de una carta una bandeja artesanal realizado por una cooperativa de carreros cordobeses, continuando con la espiritualidad del padre Cacho combinada con el tema de los pueblos originarios, que fue un poco el centro del campamento durante este año…

Otro ejemplo muy lindo fue la ofrenda de una gran olla de “feijoada” (arroz con porotos negros y choclo), típica comida brasilera y del norte uruguayo, realizada por una vecina lugareña…dicen que hacer esa comida implica un tiempo aproximado de 5 horas, lo cual trasmite por sí sola la dedicación y entrega de esa señora en beneficio de facilitar el encuentro con su ofrenda de alimentos, que, por otra parte fue tan bien degustada que los comensales aprovechamos totalmente, e incluso con algunos que repetimos gratamente el plato…sin embargo, esa señora solo concurrió a celebraciones en la capilla, pero se hizo presente en la mesa a través del menú.

La libertad de llegar y partir cuando podemos, sin correr el riesgo de perder el espíritu del encuentro es mérito de Dios que se vive a través de sus asistentes y que hace aún más enriquecedor el campamento porque permite una mayor diversidad al poder contar con mayor participación, porque todos tenemos y sentimos que damos algo mientras somos parte de esta teología-bíblica vivencial….

El ecumenismo, haciéndose presente e intentando poner por sobre todas las cosas el AMOR…

3 lenguas se conjugaron: portugués, español y guaraní a través de la palabra y de la cultura….

Voluntad, sencillez, austeridad, comunicación y alegría, conscientes de la espontaneidad circular y horizontal, fueron móviles visibles para que funcionara y generara una armonía en esa mínima planificación y estructuración…

Integrarnos al equipo de la cocina, hacer mandados, lavar, secar, ordenar, servir la mesa, hacer el jugo, picar la verdura, o ni más ni menos que ocuparse de la compleja tarea de tener que cocinar para un gran número de personas, tratando que alcanzara para todos los comensales, evitando quemar o dejar cruda la comida.

Barrer , lavar pisos, baños, y sacar basura de papeleras reponiendo las bolsas, se transforma en una tarea de servicio mutuo, solidaria y fraterna, cuando somos muchos participantes, y por ello, se destaca el valor de quienes voluntaria y conscientemente, en momentos de ocio, deciden llevar a cabo dicha función importante en una convivencia porque hace a la higiene y salud de todo el grupo.

Y así también se desarrolló la preparación de la celebración y ambientación, trabajando en equipo, rotando los mismos, alternando las funciones, acompañando desde nuestros dones y haciendo el esfuerzo en contribuir también con lo que tal vez nos cuesta un poco más…pero intentándolo igualmente…

La riqueza musical de muchos de los asistentes es un elemento a subrayar porque hace del campamento una verdadera fiesta, aportando la voz, la guitarra y otros instrumentos de percusión.

La disponibilidad a la hora del entretenimiento de buscar a otros para conversar, o de proponer juegos de equipos como lo fue el volleyball, o las cartas.

Los niños interactuando entre si y a la vez con los mayores, fueron una bendición y no un obstáculo, inclusive cuando alguno estuvo enfermo, se percibió la preocupación y deseos de dar una mano a los padres.

El tema de la seguridad, moneda corriente de preocupación y temor en nuestra sociedad actual, fue todo un símbolo: el equipaje y tecnología a simple vista, signo de confianza y honestidad marcaba que el objetivo nos movía a otras cosas…

El respeto y la amabilidad: quizás visiblemente reflejado cuando el baño de hombres se obstruyó y tuvimos todos que usar el baño femenino. El inconveniente fue resuelto espontánea y sanamente sin conflictos ni excesos. También en la interrelación de las personas, la circulación en las diferentes habitaciones, las bromas con límites, y algunos aprendimos a empezar a reírnos de nosotros mismos también. Dar espacio a los silencios, a las emociones que ocasionaban alguna lágrima, a los tiempos de escucha y a la tolerancia y corrección fraterna durante la convivencia (ruidosos y silenciosos; pacientes y ansiosos; impulsivos y reflexivos; etc).

Los colores del arco iris, la whipala eran los nuestros por tanta diversidad reinante que fue “bautizada” de diversas maneras: la sub.20 o sub. 25 aludiendo a la impronta juvenil destacable en este 2015 y también algunos mencionaron la sub.50 a los de mediana edad o sub.70 como en un rol de mayores, de abuelos que también estaban en armonía con todo el resto. Así como también el estado de situación actual de varios laicos, que actualmente son: “ex.religiosos”, “ex.curas”,” ex.seminaristas”, “ex.casados”, “ex.solos”, gente común que está en búsqueda sin perder la fe.

El fogón artístico-cultural que mostró una vez más nuestra diversidad.

La presencia en las celebraciones de la capilla de la gente del lugar, ellos son parte importante de todo esto ya que la apertura hacia los demás y con los del lugar es un punto referencial fundamental.

La disposición de los medios de comunicación del Departamento de Cerro Largo, principalmente: Lago Merín, Río Branco y Melo a dar difusión a este evento.

El color también dado por la presentación del libro: “Atrapar imágenes” con una proyección nocturna en las afueras de la capilla luego de la misa.

A todos quienes aportaron su “granito de arena” y en especial a Dios Padre, muchas gracias por tanta cosa linda compartida, por tantos nombres y rostros a recordar y por hacerme un poquito más mejor persona luego de esta experiencia fraternal de FE, confiando en que lo mejor aún estaba por venir… y así fue porque llegaron posteriormente: Yasi, Iván y Nicolaza…!!!

Cloe Picanzo

(Tema musical: "El lugar" - Alejandro Balbis)

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